martes, 1 de mayo de 2012

Recaída a dos niveles: La nueva recesión europea y la fortaleza de Alemania

Prof. Angel Castillo Siri


Los temores de que Europa cayera en una double-dip recession parecen empezar a materializarse con el anuncio de que España decreció 0,3% en el primer trimestre de 2012, siendo el segundo trimestre de caída y entrando oficialmente en recesión. Se teme que otros países de la Eurozona como Holanda e Italia tengan un desempeño similar pues ya en el cuarto trimestre de 2011 su PIB se redujo en 0,2% y 0,4% respectivamente. Sumado a Portugal, Grecia, Eslovenia y Chipre, que ya están en recesión, podríamos tener a 7 países con decrecimiento económico de los 17 que conforman la Eurozona.
 
¿Cuáles son las implicaciones para la Eurozona? La recesión observada en 2009 fue mucho más dramática, ya que ninguno de los 17 integrantes de la Eurozona escapó a la recesión. Incluso Alemania tuvo una caída de 5,1%. Los gobiernos europeos apostaron a elevar el gasto público de un 47% del PIB a un 51% entre 2008 y 2009, y a endeudarse para evitar una recesión profunda, lo cual deterioró el déficit fiscal que pasó de -2,1% en 2008 a -6,4% en 2009. La deuda de la Zona Euro pasó a representar el 79,9% del PIB en 2009, casi 10 puntos porcentuales más que el año anterior.
 
Si consideramos el peso económico de los países en recesión o a punto de entrar en ella, debemos recordar que 5 de los 17 países representan el 83% de la economía de la Eurozona. Estos países son Alemania (27%), Francia (21,1%), Italia (17%), España (11,5%) y Holanda (6,4%). Los 3 últimos se ven afectados por el actual decrecimiento, lo cual genera mayor preocupación en los mercados financieros. Por ejemplo, España ha sufrido una salida de capitales de 128.000 millones de EUR en el último año, debido a la venta de títulos públicos por parte de inversionistas tanto nacionales como extranjeros. Esto implica un enorme problema de financiamiento para el país, cuya deuda pasó de 436.984 millones de EUR en 2008 (40,2% del PIB) a 734.961 millones en 2011 (68,5% del PIB). La calificación de sus títulos valores públicos fue reducida por Standard & Poor’s desde A a BBB+ el pasado 26 de abril siguiendo este deterioro financiero.
 
Una recesión en estos países similar en términos porcentuales a la de 2009 (-4,3% para la Eurozona) podría ser un duro golpe para la estabilidad del proyecto de la moneda común. El éxito de los planes de austeridad aplicados en los PIGS+N es reducir el déficit fiscal pero minimizando la recesión. La economía griega cayó 6,9% en 2011, pero la de Portugal solo se redujo en 1,6%. Ya no existe capacidad financiera para que los gobiernos dupliquen el déficit fiscal, emitan más deuda y posterguen los ajustes necesarios en sus economías.
 
En caso de una recesión pronunciada, nuevamente será Alemania quien decidirá si mantiene el proyecto del Euro a flote. En 2011 logró reducir del déficit fiscal de -4,3% a solo -1% (el monto cayó de -105.860 millones de EUR a solo -25.800 millones en un año), así como la deuda pública de un 83% a un 81,2% del PIB. Francia, por su parte, mantiene un déficit fiscal de -5,2% y una deuda de 85,2% (esa es la base de partida para el programa de gastos de Hollande). Solo Alemania tendría la sostenibilidad financiera para reforzar su crecimiento a través del gasto público, no Francia, y estimular importaciones desde la Eurozona para revitalizar sus economías e incluso financiar nuevos préstamos a países en crisis. Y dado que las próximas elecciones federales en Alemania se realizaran en septiembre de 2013, el gobierno de Merkel podría contar con tiempo para actuar más agresivamente en rescatar al Euro.