martes, 28 de octubre de 2014

El gambito petrolero saudita


Dr. Kenneth Ramírez

La caída de los precios del petróleo, muestra un sofisticado juego de Arabia Saudita como productor de equilibrio –swing producer- en dos partidas de ajedrez simultáneas: el mercado petrolero y la geopolítica. El crudo marcador Brent ha perdido 30 $/Bl desde junio de 2014 hasta ubicarse en torno a 85 $/Bl hoy por hoy -su nivel más bajo desde finales de 2010. Riad compite contra los productores No-OPEP –sobre todo Rusia y EEUU- en el mercado petrolero mientras juega con uno de ellos –EEUU- en la geopolítica; asimismo, juega con sus socios OPEP en el mercado petrolero y compite con uno de ellos –Irán- en la geopolítica.

La desaceleración de las economías emergentes –sobre todo China, Rusia y Brasil- y la frágil recuperación de Europa, se han traducido en una débil demanda petrolera mundial. Además, tenemos un fuerte aumento de la producción de petróleo de esquistos (shale oil) en EEUU –70% en los últimos seis años, hasta alcanzar 8,6 millones de barriles diarios (MBD), el nivel más alto desde 1986- y los pronósticos que indican que seguirá aumentando en 2015 –agregando 1 MMBD por tercer año consecutivo-, lo cual podría llevarle a los niveles de 1970 cuando alcanzó su pico de producción. Todo esto, ha generado un excedente de oferta de alrededor de 1,5 MMBD. Finalmente, tenemos un mercado que ha asumido que el complicado panorama geopolítico -de Ucrania a Irak- no afectará el suministro, lo que junto a la apreciación del dólar, también ha contribuido a debilitar los precios.

En este contexto, Arabia Saudita tiene una tarea complicada: Fijar un nivel de producción que lleve a precios del petróleo razonables; haciendo un delicado balance entre sus intereses en las dos partidas citadas. En primer lugar, Riad tiene que equilibrar su producción frente a sus socios OPEP, siendo esto más difícil de lo habitual en los últimos tres años, debido a tres incertidumbres: Libia, Irán e Irak.

La producción de Libia ha sido muy variable. Alcanzó 768 mil barriles diarios (MBD) en septiembre, después de recuperarse del bloqueo de las terminales por la milicia Barqa que la llevaron a 241 MBD en marzo pasado. Debido a la inestabilidad política, el futuro de la producción libia sigue siendo una incógnita.

Las sanciones continúan limitando la producción de Irán, pero se acerca el plazo del 24 de noviembre para alcanzar o no un acuerdo definitivo sobre su programa nuclear, lo cual podría llevar alrededor de 1 MMBD adicionales de crudo persa al mercado en 2015 o dar paso a un estancamiento que agrave la crisis.

La producción petrolera de Irak ha retomado su crecimiento, gracias a la posición conciliadora del nuevo Ministro de Petróleo, Adil Abdul-Mahdi, con el Kurdistán iraquí; y al inicio de la campaña de bombardeos contra el Estado Islámico de Irak y Siria –por sus siglas en inglés, ISIS- que ha puesto en marcha EEUU y sus aliados desde agosto pasado. Irak busca aumentar su producción desde 3,19 MMBD actualmente hasta 9 MMBD para 2020 –optimista-; pero si alcanza 6 MMBD como estiman agencias, arrancaría una buena tajada de mercado a sus socios OPEP.

En consecuencia, ante un mercado petrolero sobre-abastecido e incierto que ha llevado a un aumento de la competencia; Riad decidió responder agresivamente y anunció que defenderá su cuota de mercado, incluso si esto significa precios más bajos por unos años. De hecho, no sólo aumentó su producción en septiembre hasta alcanzar 9,7 MMBD, sino que ha establecido descuentos en sus ventas a los mercados asiáticos; generando una incipiente guerra de precios.

En segundo lugar, tenemos la partida geopolítica. Riad lucha con Teherán por el liderazgo en el Medio Oriente, pero mientras necesita niveles de 80 $/Bl para equilibrar su presupuesto y tiene 700 millardos de dólares en fondos soberanos que le permiten asumir precios moderados por unos años; su rival necesita 100 $/Bl y se encuentra expuesto. Por ello, utilizar el arma petrolera ayuda a los sauditas a debilitar la proyección regional persa –de Bagdad a Beirut. Además, Washington cuenta con Riad para mantener la presión sobre Teherán, a través de los precios y una eventual oferta alternativa a sus clientes en caso de fracasar las negociaciones nucleares y redoblarse las sanciones. Eso sin mencionar que Rusia también necesita 100 $/Bl, y encara sanciones de EEUU y la Unión Europea debido a la crisis de Ucrania, lo cual viene a profundizar su crisis económica.

Venezuela también se ha visto afectada porque requiere 90 $/Bl y ha llamado a una reunión de emergencia de la OPEP para tratar el problema, ya que la próxima reunión ordinaria el 27 de noviembre en Viena luce lejana. Empero, en lugar de tomar la idea en cuenta, Arabia Saudita realizó una declaración que ha supuesto un auténtico seísmo: “Nadie debe extrañarse de ver los precios del petróleo por debajo de 90 $/Bl, incluso por debajo de 80 $/Bl” en los próximos años.

En conclusión, Arabia Saudita ha decidido hacer un gambito, aceptando menos ingresos al dejar caer moderadamente los precios del petróleo, para expulsar a los productores marginales del mercado y frenar la “revolución de esquistos” en EEUU –a 80 $/Bl muchos proyectos no serán rentables. En palabras de Ibrahim al-Muhanna -asesor del Ministro de Petróleo saudita Al-Naimi-, el alto costo de producir esquistos coloca “un piso efectivo a los precios”. La jugada le permitirá a Riad recuperar su centralidad en el mercado petrolero y su liderazgo en Medio Oriente; recobrar influencia en Washington al ayudarle a presionar a Teherán y Moscú; al tiempo que le proporciona oxígeno –vía alivio de la factura petrolera- a la economía mundial y a un aliado regional como el Egipto de Sissi que lucha contra los Hermanos Musulmanes –otro enemigo saudita. El jugador de ajedrez avezado sabe hacer sacrificios para obtener ventajas posicionales decisivas. 

Publicado originalmente en El Mundo Economía y Negocios

@kenopina

ISIS, Medio Oriente y Kurdos


Embajador (r) Julio César Pineda

La bandera negra del Ejército del Levante del Califato de Irak y de Siria ya está ahora en los edificios de la ciudad de Kobane; es el mayor acercamiento de los terroristas de ISIS a Turquía en la frontera con Siria. Ni el ejército iraquí ni el sirio han podido frenar el avance de ISIS a pesar de la fuerte resistencia de los kurdos. Se espera que el ejército turco pueda intervenir frente a ISIS, pero esto plantea también la implicación de toda la OTAN; ya que el Parlamento turco aprobó la intervención militar tanto en territorio sirio como en el territorio iraquí. 

Turquía

El artículo 5 del Tratado de la OTAN establece la solidaridad y la respuesta común frente a un ataque dirigido contra uno de sus miembros, Turquía es parte de la OTAN desde 1952. Para Turquía es una situación difícil, tanto por la ruptura comercial con Irak como por el número de refugiados sirios e iraquíes que huyen de la guerra. Además de la difícil situación con la población kurda que siempre ha reclamado la independencia y un Estado soberano con sus 35 millones de kurdos (Atlas 2010 de Armand Colin) repartidos entre Siria, Turquía, Irán e Irak.

Variable religiosa

En el Medio Oriente la variable religiosa y petrolera y el interés estratégico de todas las potencias, en particular los cinco miembros del Consejo de Seguridad, complica cualquier situación de conflicto por la regionalización y la internacionalización del mismo. Es lo que está pasando con el Ejército del Levante y su proyecto del nuevo Califato. 

El Califato ha logrado unir al mundo árabe y persa contra él, pero también a todo el Occidente, como se pudo observar en la reunión de París el pasado 15 de septiembre con el acuerdo militar de 30 países para combatir al ISIS. En la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas, el voto condenatorio a ISIS fue total, por eso la aceptación de los bombardeos norteamericanos y europeos y la ayuda militar occidental y del mundo árabe para terminar esta radicalización del islam que supera el terrorismo de Al Qaeda, pero que igualmente se originó en las escuelas coránicas (madrazas) y con el fanatismo de estudiantes del Corán (talibanes). 

Nuevamente, el Medio Oriente es el centro de la atención mundial. Más allá de la población árabe y sus centros de referencia, Egipto y Arabia Saudita, están otros actores de primera importancia como son los persas y su extensión en la versión chiíta del Islam y la nueva Turquía con su paradigma democrático y plural. Pronto un actor importante también podría ser el nuevo Estado kurdo que le quitara territorialidad a Turquía, Irak, Irán y Siria. Las fronteras impuestas por los europeos los condenaron a quedarse como pueblos sin patria.

Hoy con la actitud de los kurdos, iraquíes y sirios en contra del Califato que busca imponer ISIS, les abre a ellos esa posibilidad más allá de las experiencias de la autonomía que han tenido, hacia su plena soberanía. 

En Irak y en Siria se juega así el destino del Medio Oriente con el peligro que representan los hombres del Daesh, el acrónimo árabe del Estado islámico. Estos locos de la divinidad han cometido los peores crímenes religiosos, especialmente contra los cristianos de la región, pero también contra los chiítas y los sunitas moderados. El ejército iraquí ha sido incapaz de frenarlos. El avance de los fundamentalistas se ha complicado por la participación de la comunidad internacional. 

Frenar los califas

En estos momentos todos los grandes actores islámicos de la región, árabes, persas, turcos y kurdos, a pesar de las diferencias y confrontaciones, centran su interés en frenar a los califas, incluso se habla de un acercamiento entre Irán y Estados Unidos. Todos temen a la llamada Constitución de los bárbaros y a la proclamación definitiva de los Califatos en Bagdad y en Damasco.

En relación a los kurdos, con la caída del Imperio Otomano fueron condenados a no tener patria ni Estado. 

Como el pueblo judío que logró su Estado en 1948, y los palestinos que esperan proclamarlo pronto, la nación kurda reclama el reconocimiento de su identidad y su unidad como Estado independiente. 

Los kurdos disfrutaron de la existencia limitada de un Estado con la llamada República de Mahabad, durante la Segunda Guerra Mundial, pero solo fue vigente por 10 meses. Dicha república fue abolida en 1946 y sus dirigentes fueron eliminados. 

El Kurdistán iraquí es modelo en la autonomía para los kurdos en toda la región, pero ahora después del Califato aspiran a la independencia y soberanía plena. 

El pueblo kurdo ha hecho suya la enseñanza de que caminando solo se va rápido, pero que caminando juntos se va lejos. 

Publicado originalmente en El Universal

@jcpinedap