martes, 28 de octubre de 2014

ISIS, Medio Oriente y Kurdos


Embajador (r) Julio César Pineda

La bandera negra del Ejército del Levante del Califato de Irak y de Siria ya está ahora en los edificios de la ciudad de Kobane; es el mayor acercamiento de los terroristas de ISIS a Turquía en la frontera con Siria. Ni el ejército iraquí ni el sirio han podido frenar el avance de ISIS a pesar de la fuerte resistencia de los kurdos. Se espera que el ejército turco pueda intervenir frente a ISIS, pero esto plantea también la implicación de toda la OTAN; ya que el Parlamento turco aprobó la intervención militar tanto en territorio sirio como en el territorio iraquí. 

Turquía

El artículo 5 del Tratado de la OTAN establece la solidaridad y la respuesta común frente a un ataque dirigido contra uno de sus miembros, Turquía es parte de la OTAN desde 1952. Para Turquía es una situación difícil, tanto por la ruptura comercial con Irak como por el número de refugiados sirios e iraquíes que huyen de la guerra. Además de la difícil situación con la población kurda que siempre ha reclamado la independencia y un Estado soberano con sus 35 millones de kurdos (Atlas 2010 de Armand Colin) repartidos entre Siria, Turquía, Irán e Irak.

Variable religiosa

En el Medio Oriente la variable religiosa y petrolera y el interés estratégico de todas las potencias, en particular los cinco miembros del Consejo de Seguridad, complica cualquier situación de conflicto por la regionalización y la internacionalización del mismo. Es lo que está pasando con el Ejército del Levante y su proyecto del nuevo Califato. 

El Califato ha logrado unir al mundo árabe y persa contra él, pero también a todo el Occidente, como se pudo observar en la reunión de París el pasado 15 de septiembre con el acuerdo militar de 30 países para combatir al ISIS. En la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas, el voto condenatorio a ISIS fue total, por eso la aceptación de los bombardeos norteamericanos y europeos y la ayuda militar occidental y del mundo árabe para terminar esta radicalización del islam que supera el terrorismo de Al Qaeda, pero que igualmente se originó en las escuelas coránicas (madrazas) y con el fanatismo de estudiantes del Corán (talibanes). 

Nuevamente, el Medio Oriente es el centro de la atención mundial. Más allá de la población árabe y sus centros de referencia, Egipto y Arabia Saudita, están otros actores de primera importancia como son los persas y su extensión en la versión chiíta del Islam y la nueva Turquía con su paradigma democrático y plural. Pronto un actor importante también podría ser el nuevo Estado kurdo que le quitara territorialidad a Turquía, Irak, Irán y Siria. Las fronteras impuestas por los europeos los condenaron a quedarse como pueblos sin patria.

Hoy con la actitud de los kurdos, iraquíes y sirios en contra del Califato que busca imponer ISIS, les abre a ellos esa posibilidad más allá de las experiencias de la autonomía que han tenido, hacia su plena soberanía. 

En Irak y en Siria se juega así el destino del Medio Oriente con el peligro que representan los hombres del Daesh, el acrónimo árabe del Estado islámico. Estos locos de la divinidad han cometido los peores crímenes religiosos, especialmente contra los cristianos de la región, pero también contra los chiítas y los sunitas moderados. El ejército iraquí ha sido incapaz de frenarlos. El avance de los fundamentalistas se ha complicado por la participación de la comunidad internacional. 

Frenar los califas

En estos momentos todos los grandes actores islámicos de la región, árabes, persas, turcos y kurdos, a pesar de las diferencias y confrontaciones, centran su interés en frenar a los califas, incluso se habla de un acercamiento entre Irán y Estados Unidos. Todos temen a la llamada Constitución de los bárbaros y a la proclamación definitiva de los Califatos en Bagdad y en Damasco.

En relación a los kurdos, con la caída del Imperio Otomano fueron condenados a no tener patria ni Estado. 

Como el pueblo judío que logró su Estado en 1948, y los palestinos que esperan proclamarlo pronto, la nación kurda reclama el reconocimiento de su identidad y su unidad como Estado independiente. 

Los kurdos disfrutaron de la existencia limitada de un Estado con la llamada República de Mahabad, durante la Segunda Guerra Mundial, pero solo fue vigente por 10 meses. Dicha república fue abolida en 1946 y sus dirigentes fueron eliminados. 

El Kurdistán iraquí es modelo en la autonomía para los kurdos en toda la región, pero ahora después del Califato aspiran a la independencia y soberanía plena. 

El pueblo kurdo ha hecho suya la enseñanza de que caminando solo se va rápido, pero que caminando juntos se va lejos. 

Publicado originalmente en El Universal

@jcpinedap

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