jueves, 19 de febrero de 2015

Rusia, Ucrania y el snooker de la historia


Prof. Eloy Torres

La política no es un juego, sentenció Wiston Churchill (“Politics is not a game”) No obstante, en el juego, como en la política, encontramos a los contrincantes en la situación de maximizar sus ganancias. Por ejemplo, el snooker (juego de billar inglés que consiste en ganar puntos, mediante la introducción de 15bolas rojas y otras 6de otros colores, en los sacosde la mesa con una bola blanca; también se gana al dificultarleal contrincante su turno de golpear con la bola blanca) es comparable - y no es exagerado decirlo - con la política. Estudiemos a Richelieu, Cromwell, Mazarino, Bismarck, Churchill para encontrar respuestas. Todos ellos fueron exitosos jugadores en la historia. En 1654 concluyó el Tratado de Pereyáslav, el cual, según destaca Potemkim (Historia de la Diplomacia, pág. 256) serviría: “para que, por siglos, Rusia y Ucrania permanezcan unidas” Ese tratado confirmó la muy reducida capacidad “independentista” de ésta frente a Rusia. Basta con leer a Taras Bulba de Gogol y su descripción de ese drama.

La geopolítica desde 1917 y todo el siglo XX observó como algo natural esa “unión”. Hoy, quien se alimente de las noticias que sacuden al mundo, las digiere con una idea mal concebida. Rusia y Ucrania están unidas en los sufrimientos y en los buenos momentos. Ellas experimentaron el yugo zarista de los Romanov, de los comunistas bajo Lenin y Stalin y comparten un pasado. La literatura rusa, nace en Kiev. Cuando se produjo “el más grande desastre geopolítico del siglo XX”, palabras de Vladimir Putin, es decir, la desmembración de la URSS, ambos pueblos se vieron las caras y no atinaron a comprender que ese divorcio impuesto, generase una nefasta consecuencia. Hoy, los combates entre ambos lo explican.

De las costumbres es difícil desprenderse. Para todo ruso, más allá de la ideología, credo e incluso apego al circunstancial líder que les conduzca, Ucrania es “su hermana”. La noción de “nación ucraniana” resulta odiosa a sus oídos. La paz westfaliana de 1648 y sus efectos no alcanzaron a esa comunidad de pueblos: Rusia, Bielorrusia y Ucrania. No hay que leer sólo noticias pues, enturbian el conocimiento histórico. Éste, a su vez condiciona a la política. Por lo que la percepción de que Ucrania es un “anexo ruso” no ayuda a comprender ese drama; más bien lo complica, sobre todo cuando se pretende ver una cruzada “democratizadora” al estilo occidental, particularmente el norteamericano.

Esos pueblos son hermanos. El desarrollo de así llamada “cultura ucraniana” se debe a la influencia austro- húngara, durante el siglo XIX. Los rusos consideraron como anti-ruso todo intento de invocar “la cultura ucraniana”. Hoy no es de extrañar se invoque también ese argumento. Cuando el Zar fue derrocado por Kerensky y la colación de demócratas rusos, algunos líderes ucranianos se aliaron a Alemania, contra Rusia. Poco duró ese intento, pues los comunistas tomaron el poder y el Ejército Rojo conducido por Trotsky los pulverizó, anexando definitivamente a Kiev a los dictados de la Rusia bajo el mando de Lenin. Luego, en la Segunda Guerra Mundial, algunos ucranianos se plegaron y colaboraron con la Gestapo. No es casual que los rusos en su memoria mantengan fresco ese momento contra ellos. En 1939 fueron anexadas a la URSS, las regiones de Galicia, Volania y Bucovina del norte de Rumania, gracias al Pacto Ribbentrop- Molotov. De este modo se sacrificó la territorialidad de ésta y de Polonia. Importante que Ucrania en 1945 apareciese, como miembro fundador de la ONU, al lado de la URSS. Ello facilitó el juego geoestratégico. Ganó un voto adicional.

Los límites entre ambos fueron definidos desde 1700. Pero, la geopolítica rusa iba ampliando sus pretensiones de convertir el Mar Negro en su Mare Nostrum, una especie de lago ruso e incluso con la intención de alcanzar a Estambul. El imperio otomano se debilitaba y Ucrania se beneficiaba, integrándose cada vez más al Imperio zarista ruso. Era su granero además su ruta natural al Mediterráneo. Ese incomprensible divorcio viene precedido de momentos de tensión entre Kiev y Moscú. En 1954, Jrushov, en el marco de la misma URSS, transfirió la península de Crimea a Ucrania. Se cumplían 300 años del citado Tratado de Pereyáslav. Nadie imaginó que un límite interno en la URSS se convertiría en uno internacional. Como nadie imaginó que Yeltsin en un ataque de dipsomanía,en la repartición de bienes, cediera en 1991 la península de Crimea a Ucrania. Gesto irresponsable, típico en aquellos circunstanciales líderes políticos que se cubren con el manto de la titularidad de un país y juegan a ser dioses. No importa si ellos son considerados “eternos” o herederos delegados de éstos. Crimea se convirtió en la manzana de la discordia entre Rusia y Ucrania. Ésta última mal aconsejada por factores exógenos a ella. Los ucranianos no quieren ver su propia historia y ella es la memoria de los pueblos, Kissinger dixit.

Por supuesto, la preocupación histórica no debe estimular al revisionismo internacional. La versión, según la cual Crimea era puramente rusa, falsifica también los hechos. Esa península fue conformada por una población musulmana, como tártara, los cuales fueron deportados, violentamente, por Stalin. Crimen reconocido por Jrushov en 1956. Un cuadro que permite ver que la versión rusa sobre esa realidad histórica está enmarcada en el auge y decadencia del Imperio ruso como del soviético. Esa versión rusa acrecienta un sentimiento, más que una razón objetiva. Sorokin, el sociólogo y filósofo ruso, para nada comunista o socialista, en un estudio sobre Walter Schubart dice: “El alma occidental es egoísta, centrada en si misma e individualista; la rusa es fraternal, concentrada en el nosotros”. Este mismo autor destaca: “la idea nacional de Cromwell ha sido la de una nación elegida; la francesa la idea de la dirección intelectual, y la de Alemania algo intermedio a ambas ideas; la idea nacional de Rusia ha sido la de la liberación y unificación de la humanidad” (La filosofías sociales de  nuestra época de crisis, Pitirim A. Sorokim, pág. 180).

Estos momentos históricos son vitales para las relaciones entre rusos y ucranianos. Mientras los primeros ven en los 360 años del Tratado de Pereyáslav la oportunidad para su reunificación; los segundos, o una parte de ellos, lo ven como la ocasión que les sirvió para que ambos enfrentaran sus problemas. Ya ello se agotó. Los tiempos cambiaron. El ruso no lo acepta y por ello la creciente tensión política y militar, además estimulada por el exterior. ¿Hasta cuándo?

Ucrania sufrió una hambruna en los años 30. Rusia también. La causa: el sistema y el modelo socialista, comunista, centralista y confiscador. Creer que fue sólo Ucrania la que sufrió el hambre es falsificar la historia. Ambos pueblos, ya lo dijimos, sufrieron el comunismo por igual. Hoy el Mundo se rompe los sesos y busca una solución. Se habla de diversos escenarios. Uno es su división y creación de una federación que no es otra cosa que la “finlandización”. Léase, un factor neutral en la zona. Ello beneficiaría a Rusia. Otro escenario: que Ucrania se convirtiera en bisagra entre  Rusia y Occidente. Este último argumento fue utilizado en varias ocasiones, por varios analistas. No se trata de un debate académico o intelectual, sino de mensajes cuya finalidad consiste en preparar la psicología social para una situación conflictiva. Hoy vemos esta realidad. El conflicto está en las puertas de ambos pueblos y amenaza a Europa y al Mundo. De hecho, esos varios escenarios geoestratégicos nos conducen a proyectos muy viejos: El desplazamiento occidental hacia el Mar Negro e incluso hacia el Mar Caspio, para controlar esa parte de Asia. El tema es petróleo y la preponderancia sobre esos territorios. Hay un elemento vital en toda esta ecuación. Todas las discusiones de los países miembros de la OTAN sobre el conflicto ruso ucraniano, al parecer llaman la atención sobre la parte sur del Mar Negro: Turquía. Ella es clave en toda esta situación. El sur del Mar Negro y el Cáucaso,son elementos vitales. La gran pregunta que se hacen algunos analistas europeos: ¿por qué contra Rusia, no se ha activado a Turquía en esta complicada jugada?

Los que practican la geopolítica deben jugar snooker. En una partida si alguien golpea bien sus bolas sabe que tarde o temprano ellas llegarán a los sacos y ganará. Es importante también, entorpecer al adversario para que éste no pueda jugar, para lo cual debe hacérsele un snooker; es decir encerrarlo. Eso es lo que los rusos no quieren. Por ello Ucrania es clave.

@eloicito

La fallida mediación de UNASUR


Embajador (r) J. Gerson Revanales

La mediación es uno de los medios de solución pacífica de controversias entre Estados establecidos en la Carta de la ONU; sin embargo, históricamente con muy pocas excepciones como pudiera ser la reclamación contra Guyana, Venezuela ha privilegiado la negociación directa con otros Estados como el método más eficaz y conveniente a nuestros intereses como país soberano. Por estas razones, la recomendación que le dio el “pajarito” al Sr. Maduro para que UNASUR sirva de mediador ante EEUU además de morir en el primer intento, representa una nueva trastada por parte de lo que hoy se llama o queda de la Cancillería. La primera reacción en contrario fue del Departamento de Estado quien manifestó que Venezuela no requería de terceros para arreglar sus diferencias con los EEUU. En este sentido, un funcionario estadounidense recordó que “mantenemos relaciones diplomáticas con el gobierno de Venezuela y el gobierno de Venezuela será bienvenido a comunicar sus puntos de vista directamente a través de estos canales”. Asimismo, durante la reunión de cancilleres celebrada a solicitud de Venezuela, el canciller argentino, Héctor Timerman, descartó un papel de mediación de UNASUR y añadió que “serán los propios venezolanos quienes resuelvan” la crisis política de su país.

La posición asumida dentro de UNASUR por Argentina junto a otros cancilleres de llamar al diálogo directo entre EEUU y Venezuela, hay que verla en lenguaje diplomático como una discreta “sacudida” antes de dar la “patada histórica”.

La mediación claro que es válida, pero UNASUR no nació como mecanismo de solución de conflictos. Su objetivo fundamental Art. 2 es construir un espacio de integración y en ninguno de los 21 aparte de los objetivos específicos contenidos en el Art. 3 se plantea dicha misión. En consecuencia, su recomendación hay que entenderla como un mandato muy claro para la negociación directa con EEUU.

La cuestión está en que el conflicto no es con EEUU sino consecuencia de la violación los derechos humanos y de las libertades fundamentales, la corrupción, la impunidad, la inseguridad, la falta de libertad de prensa, la transparencia, la probidad, el Estado de Derecho y la separación e independencia de los poderes públicos consagrados en la Carta Democrática Interamericana. Mientras el gobierno venezolano viole estos elementos de la democracia, no habrá negociación posible y menos con un mediador como Ernesto Samper quien su gobierno no olio a azufre como George W. Bush, sino a droga según la propia fiscalía colombiana.

@grevanales

Cuidado con el tremedal


Dr. Luis Daniel Álvarez V.

Lorenzo Barquero yacía en una hamaca en medio de la selva viendo cómo la cotidianidad lo consumía. Alcoholizado y despojado de toda propiedad observaba los atropellos que se cometían en su contra sin siquiera alzar la voz para reprocharlos.

Hace algunos años, en el 2008 para ser exactos, manifestábamos con cierta preocupación que la sociedad venezolana parecía empezar a sufrir el síntoma de Lorenzo Barquero. En esta oportunidad el tremedal no era el inmenso llano que engullía a un inerte Barquero, sino la indiferencia ciudadana para enfrentar una realidad que se mostraba perversa.

Barquero se definía como un espectro de un hombre, una piltrafa humana, una carroña que se desvanecía por la llamada de la devoradora de hombres, por esa llanura inmensa en la que supervivía. En ese escenario transcurría su cotidianidad, sin esperar nada, sólo revivir la historia y verla con desdén.

La visión de un patético Lorenzo Barquero, magistralmente plasmada por la pluma del maestro Rómulo Gallegos, es la imagen de la entrega y del claudicar ante la asfixiante realidad, esperando simplemente que la vida pase sin entenderla ni tratar de cambiarla.

Lamentablemente, el tremedal que veíamos aproximándose en el año 2008 parece haber llegado. Se guarda silencio ante los abusos, y los atropellos no son combatidos con el ahínco que se debería. La apatía, el miedo y la manipulación parecen irrumpir.

Queda en la sociedad tomar el camino justo. Ante el tremedal pueden elegirse dos caminos: el de un Lorenzo Barquero disminuido o entregado que no enfrenta la cruel realidad que lo arropa, o el de un Santos Luzardo que pese a las adversidades logró que se impusiera la justicia, la civilización y la ley. Yo escogí al que voy a seguir, sin duda a Santos Luzardo. ¿Y usted?

Publicado originalmente en El Universal

@luisdalvarezva

jueves, 5 de febrero de 2015

Grecia y el eterno retorno


Prof. Eloy Torres

Nietzsche, popularizó el concepto de los estoicos sobre “el eterno retorno”. El triunfo de  Alexis Tsipras y el movimiento Syriza en Grecia,  lo representa hoy. Una tragedia para ese  país. En la antigüedad, los sofistas hicieron de las suyas con su retórica y verbo dialéctico al convertir mentiras en verdades. Su especulación filosófica impulsó el aliento antropológico. El hombre era el centro de sus reflexiones. Hoy, de nuevo, Grecia experimenta un reencuentro con esos mismos individuos, cuya cabeza visible es el citado joven líder de ese aluvión llamado Syriza.

Nietzsche describió, la dicotomía entre lo apolíneo y lo dionisíaco. Ambos conceptos nacen de las divinidades helénicas (Apolo y Dionisio) El primero representa: la perfección, ponderación y racionalidad; en tanto que el segundo, lo contrario: el éxtasis, disolución de las formas y de todo lo estable. Según Nietzsche éstas se interponen permanentemente, particularmente en el arte. No obstante, nos permitimos extenderlo a la historia y la política.
 
Triunfó el populismo de izquierda en el país donde nació la democracia ¿Acaso morirá en el siglo XXI?  En Venezuela, cuando Aristóbulo Isturiz ganó la Alcaldía del Municipio Libertador, Carmelo Lauría le dijo: “ahora sabrás que no es lo mismo pedir agua que dar agua”. Bueno, el caso de Syriza es similar. Su fogosidad, juventud y carisma, no serán suficientes para enfrentar la tarea de dirigir un país en la Unión Europea, pero en crisis.

La historia enseña que el experimento dionisíaco trae frustración. Venezuela lo confirma. Son más de 15 años con los efectos de la irresponsabilidad de los votantes por el oficialismo y de la oposición. Hoy el país, acaricia una salida de proporciones autoritarias. Grecia, también lo experimentará y aún no lo intuye. El desenlace será trágico. Una vez que Syriza no pueda brindar la felicidad ofrecida,  Grecia abrazará al Partido “Amanecer Dorado” que logró un impactante y creciente tercer puesto. Es un sentimiento que nunca ha salido de sus extrañas; es una nación, ortodoxa y atrasada económicamente. En una ocasión incitamos a leer a Max Weber quien destacó el valor de las naciones educadas en el protestantismo y de cómo éstas alcanzan elevados niveles de desarrollo. En tanto que los países de otras religiones, entre ellas la ortodoxa, son caldo de cultivo para el fascismo. España está a la espera, mientras, Grecia, toda esperanzada, grita: Proto forá, aresterá (Por primera vez, la izquierda) y rechaza la salida apolínea y abraza la dionisíaca. Es el eterno retorno al desastre del cual escribiera Kazantzakis en su novela Alexis Zorba. Un desastre kataplijticó (extraordinario) pero, desastre, al fin.

Publicado originalmente en 2001

@eloicito

Arabia Saudita: Enigma y Paradigma


Embajador (r) Julio César Pineda

Quienes hemos vivido en el Medio Oriente y tratamos de conocer a profundidad lo laberíntico de ese mundo, observamos con interés y atención la nueva realidad de Arabia Saudita, con la muerte del rey Abdalá bin Abdulaziz y el ascenso de su hermano Salman bin Abdulaziz. El nuevo rey, aunque enfrenta grandes desafíos, ya ha dado pasos en la misma línea tradicional y conservadora de su hermano fallecido a los 90 años y con quien tiene una diferencia apenas de 11 años.

Salman nació en 1935 y desde el 2012 su destino monárquico estaba decidido. Él es uno de los 44 hijos varones del fundador de la dinastía y primer monarca, Abdelaziz bin Saud. Hasta ahora seis de los hijos del primer rey han sido monarcas, y ya es seguro que el séptimo, Muqrim bin Abdelaziz de 69 años, será el próximo.

Para Estados Unidos la relación con Arabia Saudita es tan importante, que el Presidente Barack Obama y su esposa no demoraron en cumplir el protocolo del pésame y manifestaron su apoyo al nuevo Rey. Para Washington no hay otra alternativa, especialmente después de la llegada al poder de los Ayatolá en Irán y su actitud hostil ante Estados Unidos como ante Riad. Desde 1945, la alianza entre el Rey Saud y el Presidente Roosevelt finalizando la II Guerra Mundial, continúa intacta y cada vez más sólida.

En su primer discurso, el Rey Salman insistió en la necesidad de la unidad entre el pueblo árabe y a su vez entre los árabes y musulmanes. El arco chiita con epicentro en Teherán se extiende a Siria, Líbano, Yemen, Irak y Bahréin.

En el conflicto de Siria, Arabia Saudita y sus aliados árabes e incluso Turquía, se han manifestado por el derrocamiento del Presidente Bashar al-Assad, mientras que el mayor apoyo del actual Presidente sirio ha sido el gobierno de Irán, particularmente durante el mandato del Ex-Presidente Ahmadinejad. Las reservas mil millonarias de Riad, producto de una racional gestión del petróleo en los buenos tiempos, les permite capear la caída de los precios de los hidrocarburos y diversificar su economía.

Especialistas de la región afirman que el sacrificio de Arabia Saudita se justifica frente a adversarios como Irán y en parte Rusia. Teherán tendrá que reducir toda inversión en el proyecto nuclear con fines bélicos y Rusia cambiar su actitud, especialmente en el caso sirio, donde posee su única base militar en el Mediterráneo. Ojalá que el gobierno del Presidente Maduro pueda comprender esta compleja dinámica, porque entrar en ese laberinto sin conocer las variables del Medio Oriente puede ser desastroso para la política petrolera venezolana.

El Presidente Chávez privilegió la relación con Irán en los tiempos de Ahmadinejad y esto nos alejó de Arabia Saudita y de la OPEP. Por eso lo infructuoso de la visita del Ex-Canciller y Ex-Ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, y de la difícil tarea del propio Presidente con sus dos viajes a Riad, incluyendo el último para despedir al Rey Abdalá y relacionarse con el nuevo monarca.

Debemos volver a la buena relación, pero equidistante con Riad y Teherán. El Mundo ha cambiado. Existe un nuevo fenómeno en el Medio Oriente que obliga a la convergencia total entre los principales actores. Lo que queda de Al-Qaeda y ahora el ISIS, con el ejército de levante y su califato, es una amenaza para el planeta. Esta es la justificación de la política común para enfrentar al ISIS, por parte de Arabia Saudita, de Irán, de Turquía, de Europa y de Estados Unidos. Las exequias del Rey demostraron esta nueva realidad, allí coincidieron junto al Presidente Obama el Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamed Jabad Zarif, y el Primer Ministro de Turquía, Recept Tayyip Erdogan.

Recomiendo, para comprender la realidad del reino, el libro de Pascal Ménoret "El enigma saudita". El autor demuestra lo extraordinario de este Estado, más allá de la visión equivocada de los beduinos, los camellos y los integristas religiosos. Esta nación no es sólo petróleo al servicio de la abundancia. Allí, por el contrario, nació la filosofía wahabista, que es la primera revolución de los tiempos modernos y primera expresión del nacionalismo árabe.

Su historia arranca en 1774 con Muhammad ben Saud como Emir del pequeño Oasis de Diriya, desde donde comenzó la unificación de la península. Reino destrozado por los ingleses y los egipcios entre 1809 y 1818. Como segundo Estado, entre 1845 y 1865, alrededor de Riad, su actual capital. Y la actual realidad entorno a las ciudades santas que en 1932 se transformó en reino, abierto al mar, impulsando la modernización y la universalidad. El petróleo ha sido su riqueza pero también su desestabilizador, sin embargo han sabido sembrar el petróleo, y de él sustentar su gran desarrollo industrial y financiero. Mucho tenemos que aprender de ello.

Publicado originalmente en El Universal

@jcpinedap

Itamaraty, un nuevo rumbo


Dr. Jesús E. Mazzei Alfonzo

Una de las políticas públicas más sólidas y con gran sentido de institucionalidad y profesionalismo, es la política exterior brasileña, hoy en nuevas manos y en un rumbo que busca ratificar y robustecer el patrimonio histórico de Itamaraty. Los Embajadores Mauro Viera y Sergio Danese, Canciller y Secretario General respectivamente, dirigen en un nuevo momento la cancillería brasileña. Efectivamente, tanto en los gobiernos de Sarney en adelante, como en los gobiernos del PT, se le han dado un cariz más acorde a los nuevos temas del área internacional. Lula y la Presidente Dilma Rousseff con una visión más social de la democracia entre otros, pero mantienen un hilo conductor desde entonces. El patrimonio histórico de la acción externa ha sido:

Pacifismo: Se fundamenta en la no-confrontación, la búsqueda de soluciones pacíficas negociadas de las controversias, la condena del uso de la fuerza para la obtención de resultados externos.

El universalismo: entendido éste como el todo, el acervo de contactos bilaterales que constituyen el patrimonio del Brasil. También la diversidad de contactos bilaterales sirve para la realización de los intereses nacionales. Y finalmente esta vocación universal, encuentra sus raíces en el hecho que los brasileños consiguieron establecer relaciones pacíficas e instrumentalizadas con países situados en todas partes del Mundo.

Juridicismo: respeto a los tratados y convenciones, entendidas como manifestaciones sacrosantas del Derecho Internacional y que son asumidas por la voluntad nacional. Los tratados y convenios son vistos como instrumentos jurídicos que buscan acuerdos con factibilidad de cumplirse y que sean favorables a todas las partes intervinientes.

Realismo y pragmatismo: acciones vinculadas a los intereses nacionales. Se abandona la idea de construcción y el uso del papel de potencia del país, para ganancias internacionales, se despolitiza y desideologiza la acción internacional.

Autodeterminación y No Intervención: son alimentados por el carácter pacificista de la política exterior y sobre todo por el realismo que ilumina a su ejecutoria internacional.

Dentro de un contexto de mayor globalización representado por la elevación exponencial de las interconexiones entre países, como lo reconoce el nuevo Canciller, Embajador Mauro Viera, en su discurso inaugural "... La Interrelación entre los asuntos internos y los internacionales es cada vez mayor. El Mundo globalizado diluyó las fronteras entre la política externa en su concepción clásica y las otras esferas de la acción estatal, creando una interconexión entre las dimensiones doméstica e internacional. En cada gran tema de política externa, administrar es interconexión no depende apenas de Itamaraty. Más cabe fundamentalmente a Itamaraty operar en sintonía con las diferentes áreas del Gobierno, generando las sinergias que reforzarán la acción y la posición negociadora de Brasil en el Mundo...". Brasil busca posicionarse en un nuevo contexto que:

Primero, busca insertarse en una economía internacional altamente integrada y competitiva, hoy en día con un escenario distinto del precio de los commodities y el giro que está teniendo la política de Estados Unidos, que repercutirá en la economía mundial. Aquí buscarán reforzar la política de cooperación en todas sus dimensiones y la comercial.

En segundo lugar, mantiene los márgenes de maniobra, para no inviabilizar su histórico proyecto nacional, con base en los principios arriba enunciados. Busca construir un adecuado y perfil político y económico de acuerdo con la nueva configuración del poder mundial que va de la bipolaridad a la multiporalidad en un Mundo donde los actores estatales y no estatales tienen otra dinámica.

Ahora bien, la política exterior de Brasil, tiene tres interrogantes hacia el futuro:

En primer lugar, ¿qué es lo que Brasil desea obtener de su relación con el medio internacional? La respuesta evidente y con un claro objetivo, es conseguir el intercambio externo para la realización del desarrollo, tanto en su dimensión económica como social, para lograr profundizar los derechos humanos y un medio ambiente sustentable.

En segundo lugar, ¿cómo el Brasil desea relacionarse con la Comunidad Internacional?, aquí están los principios que tradicionalmente han orientado su política exterior, tales como la no intervención, el respeto a la autodeterminación, la no injerencia en los asuntos internos y la solución pacífica de las controversias.

La tercera pregunta, ¿cuál es el Mundo que ellos desean?, puede estar resumida en algunas ideas fuerzas: paz, desarrollo, democracia y participación amplia, por ello es que el Brasil está trabajando en conjunto con otros países, para la reforma de los organismos multilaterales.

En ese sentido, la política exterior del Brasil, buscará reforzar la integración, buscando la realización de sus intereses y fines.

La trampa


Embajador (r) J. Gerson Revanales

El aumento del precio de la gasolina, ha sido siempre un tabú para los gobiernos. Hoy Maduro se enfrenta al dilema “cuasi shakespeareano” de aumentar el precio de la gasolina o morir en el intento.

Ante la caída de los precios del petróleo; del fracaso estruendoso que ha tenido el gobierno y en particular Maduro en su gira por los países petroleros tratando de lograr un consenso para la reducción de la producción y estabilización de los precios; y de no haber logrado dinero fresco para enfrentar los compromisos internos y externos; han decidido meterle la mano en el bolsillo a los venezolanos aplicando medidas neoliberales.

La Sala Situacional y las agencias de publicidad del gobierno, pretenden vendernos un aumento del precio de la gasolina, con el cual no estoy de acuerdo por las siguientes razones:

Ineficiencia: el primer argumento es el costo de producción. En los últimos 10 años, la nueva PDVSA ha cuadruplicado el costo de producción del barril de crudo. Para 2003, su costo era de 3,85 $/Bl, hoy se ubica por encima de los 12 $/Bl, lo que representa un incremento del 311%.

Complicidad: la fuga de combustible: el gobierno y en especial los órganos del Estado responsables de la guardia y custodia de la fronteras, han sido incapaces de impedir la fuga de combustible por las fronteras marítima y terrestres: Por Guyana, desde el Dorado y Barrancas hasta Georgetown; por Brasil desde Santa Helena hasta la línea en el punto VB-8; y por Colombia a través de los 2200 km de frontera, donde el negocio se estima por encima de los 137 millardos de bolívares al año.

Especulación: Un tercer factor para negar un aumento es el diferencial cambiario. El gobierno podrá duplicar o quintuplicar el actual precio del combustible y todavía será negocio para los traficantes. La única forma es llevar el precio de la gasolina al mismo nivel que en Colombia; lo cual es imposible para el bolsillo de los venezolanos.

Los subsidios: El gobierno pretende aumentarnos el precio de la gasolina, pero por el contrario mantiene el subsidio a PETROCARIBE, y a los pobres más ricos como son los de Boston a través del programa Citizens Energy de los Kennedy. Además, dentro de PETROCARIBE hay países que tienen un ingreso per capita superior al de Venezuela como Barbados.

Despilfarro y la impunidad frente a la frente a la corrupción: Luego después de 15 años el gobierno es responsable de su propia ineficiencia, razón por la cual no podemos subsidiar su incapacidad.

En definitiva, aceptar un aumento del precio de la gasolina, significa que seguiremos financiando el despilfarro y la dictadura de los Castros.

@grevanales