miércoles, 25 de marzo de 2015

EEUU, Guyana y la soberanía Nacional


Luis Peche 

El 5 de marzo -ignórese lo peculiar de la fecha- la trasnacional Exxon Mobil inició labores de exploración petrolera en aguas de lo que todos conocemos como “zona en reclamación”, territorio que a fecha de hoy se mantiene en disputa entre los gobiernos de Guyana y Venezuela. No conformes con esta acción abusiva a las condiciones a las que debe someterse este tema, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la república guyanesa le solicitó al gobierno venezolano que “no interfiera” con estas exploraciones, una declaración que podría calificarse como “soberbia” ante la cual solo hemos visto timidez por parte de los portavoces de nuestro país.
Mientras tanto, decía Maduro hace un par de días en una “concentración antiimperialista”, que “éste es el momento de estar con la patria o estar con los traidores”. Con mucha vehemencia ha calificado su persona y el resto del gabinete de gobierno las sanciones aplicadas por el gobierno de los Estados Unidos, importantes per sé, pero que parecen haber monopolizado la agenda temática del país, opacando la grave situación que se suscita en nuestra frontera.

Es entendible y digno de apoyar que el Presidente de la República encabece la lucha por la soberanía nacional y el posicionamiento de nuestro país como uno autónomo dentro de la región y del contexto actual. Sin embargo, lo que es cuanto menos criticable es actuar con doble moral. ¿Por qué mostrar tanta contundencia ante un comunicado de los Estados Unidos y no asumir una posición clara y firme sobre nuestro territorio en discusión? De igual forma, soy de los que cree que la planificación es la base de la acción eficiente. ¿Ha planificado nuestro gobierno un accionar para buscar el mejor arreglo posible sobre esta disputa territorial desde antes que explotaran los problemas bilaterales con el gobierno estadounidense? Las respuestas, vistas las acciones de los últimos días, parecen claras.

Mientras peleamos con Estados Unidos, hacemos exigencias al gobierno español de que controle los medios de comunicación de su país por ser críticos a nuestro país o acusamos al gobierno colombiano de propiciar un golpe de Estado, nuestra nación vecina informó a la Comunidad del Caribe (CARICOM), a UNASUR, a la OEA, a la Mancomunidad de Naciones y la Secretaría General de Naciones Unidas sobre sus intenciones de exploración petrolera en una zona que ni siquiera debería tener controversia, pues forma parte de la soberanía que nos concede la plataforma continental del estado Delta Amacuro y de las salidas del río Orinoco.

Es momento de que este gobierno deje a un lado el nacionalismo de micrófono y comience a aplicar la diplomacia para solventar las disputas que nos urgen. Nos jugamos lo que se presume que es una de las reservas petroleras más grandes del planeta y pareciese que Venezuela prefiriese mantener la fidelidad de Guyana en los organismos internacionales que exigirle un trato justo con relación al reclamo que nos compete. Con temas como el Esequibo es donde realmente los venezolanos debemos apreciar el valor que le otorga el gobierno al rol de nuestro país en el mundo. Señor Nicolás Maduro, señora Delcy Rodríguez, ¿Observamos cómo perdemos territorio o buscamos el arreglo que mejor nos favorezca en este caso y respete nuestra integridad territorial? La defensa de la soberanía empieza por casa.

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