Dr. Kenneth Ramírez
El
año 2015 se presenta en forma fascinante para el mercado petrolero mundial, con
estrategias contrapuestas entre los principales actores ante un crecimiento de la oferta petrolera que seguirá superando
el crecimiento de la demanda, como ocurrió en 2014. De hecho, la situación
actual se parece mucho al “juego del gallina” estudiado por la Teoría de
Juegos, donde dos jugadores
conducen un vehículo cada uno en dirección al contrario, y el primero que se
desvía de la trayectoria del choque pierde y es humillado por comportarse como
un cobarde o “gallina”, mientras el que persiste gana todo el respeto y la
admiración. El juego se basa en la idea de crear presión hasta que uno de
los participantes se echa atrás, pero tiene el riesgo latente de una colisión
con graves consecuencias. Veamos.
Debido a la recesión económica en Japón y Rusia, la
desaceleración de China, y el crecimiento anémico de Brasil y la Zona Euro, los
pronósticos de demanda petrolera para 2015 han sido corregidos a la baja. El
último informe OPEP pronostica un aumento de la demanda petrolera en 1,12 millones
de barriles diarios (MMBD) para 2015 basado en un crecimiento económico mundial
de 3,6%; mientras la consultora Wood Mackenzie proyecta un aumento de 0,83 MMBD
con un crecimiento económico mundial ubicado en 2,7%. A esto se suma los
pronósticos que apuntan a otro año de sólido crecimiento de la oferta No-OPEP,
calculado en 1,36 MMBD según la OPEP y en 1,3 MMBD según Wood Mackenzie, lo
cual seguirá elevando inventarios y presionando los precios a la baja en 2015.
Esto
explica por qué Arabia Saudita decidió abandonar su rol como productor de
equilibrio (swing producer) en el
último trimestre de 2014, negándose a recortar producción a pesar de la caída
de 50% del crudo marcador Brent desde junio de 2014 hasta cotizarse en 57 $/Bl
a finales de diciembre. Además, con la prórroga de las negociaciones nucleares
con Irán hasta el 30 de junio de 2015 y con Libia en medio del caos provocado
por la lucha entre milicias rivales, las principales preocupaciones sauditas respecto
a una posible descoordinación de la OPEP fueron disipadas. Esto le permitió al
Ministro saudita Alí Al-Naimi en la 166° Reunión de la OPEP celebrada el 27 de
noviembre pasado, desestimar los deseos
de Venezuela e Irán de recortar la producción, e imponer su criterio de dejar
el techo de producción colectivo sin cambios en 30 MMBD y pasar a defender una cuota
de mercado que se viene achicando. De esta forma, Arabia Saudita decidió
expulsar a los productores marginales del mercado y reducir así la oferta
No-OPEP (de EEUU y Canadá a Rusia); y para ser más específicos, la costosa producción
de esquistos en EEUU que ha aumentado en 3,6 MMBD desde 2010.
El crudo marcador Brent necesita permanecer por debajo de
70 $/Bl –es decir, un nivel menor al costo de producción de esquistos- durante
el primer semestre de 2015, para que se produzca una importante desaceleración
en el crecimiento de la producción de esquistos en EEUU. Empero, los
productores de esquistos están adoptando una estrategia defensiva, haciendo
recortes de gastos y solicitando apoyo a la banca, para mantener sus planes de
expansión. Estas empresas consideran que la OPEP al final tendrá que asumir recortes
de producción, ya que el actual nivel de precios afecta considerablemente los
ingresos de sus miembros. La Administración Obama también decidió ayudarles,
permitiendo la exportación de condensados sin licencias como estipula la
prohibición de exportaciones petroleras vigente desde 1975. Por su parte,
Arabia Saudita ha decidido realizar un presupuesto deficitario –respaldado con
sus ingentes reservas internacionales- asumiendo un precio implícito de 60
$/Bl, al tiempo que ha subrayado que “no recortará así llegue a 20 $/Bl”. Jeques
versus esquistos en trayectoria de colisión.
En consecuencia, los precios del petróleo permanecerán
presionados a la baja los primeros trimestres de 2015, buscando el nivel que
obligue a alguno de los actores a doblegarse y cerrar producción. Sin embargo, si
se mantiene la tendencia actual, lo más probable es que se frene el aumento de
la producción de esquistos en alrededor de 0,6 MMBD a más tardar a finales de
2015, lo que aliviaría la situación sobreoferta existente y daría soporte a los
precios. Por ello, la mayor parte de las agencias estiman un moderado repunte
de los precios en el segundo semestre de 2015, que llevará al crudo marcador
Brent a una cotización promedio anual de alrededor de 70 $/Bl. En concreto, JP
Morgan ubica el crudo Brent en 70 $/Bl; Barclays en 72 $/Bl; Wood Mackenzie en
75 $/Bl, Deutsche Bank en 72,5 $/Bl, Citigroup en 63 $/Bl; Goldman Sachs en 80
$/Bl; Bloomberg 82 $/Bl; Reuters en 74 $/Bl; y el Departamento de Energía de
EEUU en 68 $/Bl.
Asimismo, el mercado petrolero está poniendo a prueba la
resistencia de algunos países petroleros que necesitan precios superiores para
lograr equilibrio fiscal y financiero (Irán, Irak, Libia, Nigeria, Argelia,
Rusia y Venezuela), los cuales se encuentran en medio de la trayectoria de
choque y ya sufren las consecuencias.
Dejando de lado eventuales crisis geopolíticas que
podrían hacer rebotar los precios; un mayor debilitamiento de los mismos podría
desencadenar una Reunión Extraordinaria de la OPEP junto a Rusia y México en el
primer trimestre de 2015 para estudiar recortes. Este es el objetivo central de
la gira recientemente anunciada por el Presidente Maduro por países de la OPEP
y Rusia, y que probablemente tendrá los mismos resultados del infructuoso viaje
realizado por el Ex–Canciller Ramírez en noviembre de 2014. Por ahora, Arabia
Saudita, las petromonarquías y Rusia se han encadenado al volante y no respaldan
recortes; esperando que sean los productores de esquistos en EEUU quienes
salgan del camino. Abróchense los cinturones, estamos ante un juego petrolero peligroso
en 2015, quien no tenga cabeza fría y controle los nervios puede perderlo todo.
Publicado
originalmente en El Mundo Economía y Negocios
@kenopina