Dr.
Carlos A. Romero
Los estadounidenses están aceptando que en el lado
demócrata habrá una sola opción en la carrera presidencial de 2016. Se trata de
Hillary Clinton quien va derechito a ser la candidata de ese partido y que
arranca con bien pie. Solo algo de naturaleza personal la detendrá en ese
camino.
¿Cómo encuentra la Ex-Senadora y Ex-Primera dama la
vida política de su país? EEUU está en franca recuperación de su economía,
retomando la dirección mundial y consolidando su vida social. El legado de
Obama es una herencia controversial, pero nadie puede negar que con él, hay un
antes y un después.
En este marco, cabe resaltar que el Partido
Republicano carece de un figura que aglutine tanto como la Ex-Senadora Clinton.
En dicha organización sobran los precandidatos, las fórmulas electorales y las
diferencia ideológicas. Para el votante fiel de esa tendencia el panorama
electoral es incierto y lo es aún más para el independiente que se guía por las
características personales de los aspirantes.
Dentro de los republicanos destacan -entre otras-
las opciones de Sarah Palin, Marco Rubio, Jeb Bush, Chris Christie, Ted Cruz,
Mike Huckabee, Bobby Pindal y Ron Paul. Todos ellos representan un arco iris de
ofertas, muchas de ellas no compatibles entre sí.
La gran incógnita es la de cómo responderá el elector no politizado. ¿Estará convencido que los demócratas deben seguir gobernando?; ¿empleará la famosa tesis del voto castigo a favor del candidato republicano? O simplemente no irá a votar generando así una alta abstención. Por los momentos, se organizan los comandos y se mueven las piezas en esta temprana y prometedora campaña electoral.