Luis Manuel
Esculpi
El comienzo del manifiesto de Marx y Engels
señala que un fantasma recorría Europa, el famoso texto fue editado por primera
vez en 1848. Durante el resto del siglo XIX y buena parte del siglo XX sus
escritos inspiraron la lucha de los revolucionarios , sectores de avanzada y de
los trabajadores de ese tiempo. La influencia de sus ideas no se limitó al
mundo del trabajo, el espectro se hizo planetario, su doctrina fue adoptada por
representantes de las diversas clases sociales y centenares figuras de la
academia y la intelectualidad mundial abrazaron la causa del socialismo durante
esa época.
Millares de militantes comprometidos
ofrendaron sus vidas en la lucha por “tomar el cielo por asalto” y conquistar
una sociedad justa donde reinará la igualdad y la libertad.
En nombre de esos ideales y también de la
lucha por la honestidad se alcanzó el poder durante la revolución rusa,
la implantación del llamado “socialismo real” en Europa del este posterior a la
Segunda Guerra Mundial y algunas otras experiencias en Asia, principalmente la
China. Es de destacar que de la la familia originaria fue la
socialdemocracia (tan combatida y despreciada por los dogmáticos) la que más se
aproximó en sus gobiernos, a garantizar igualdad de oportunidades
en medio de un respeto pleno a la libertad.
La implantación del stalinismo que en nombre
de una falsa igualdad sacrificaron la libertad, implantando un terrorismo de
estado, constituyendo en regímenes dictatoriales que no admitían la disidencia.
A la larga la falacia quedo develada, el muro de Berlín fue derrumbado , sin
que se produjera un disparo (hay quienes actúan como si eso no hubiese
ocurrido) y como en un efecto dominó cayeron todos esos regímenes que en
apariencia lucían invulnerables.
Apenas sobreviven en este siglo el régimen de
Cuba y el de Corea del Norte. Entre tanto en nuestra América asumieron el poder
regímenes que asumían con nostalgia la prédica que condujo al fracaso los
gobiernos del mal llamado “socialismo real”, es así como en Venezuela,
Bolivia y Nicaragua los gobiernos se identifican un supuesto “socialismo del
siglo XXI” ; también con sus diferencias en gradaciones y matices los gobiernos
de Brasil, Ecuador y Chile.
Recientemente la opinión pública ha conocido
fabulosos escándalos de corrupción de estos gobernantes, la investigación del
mandato de los Kichner en Argentina revela la falsedad de toda su prédica y el
enriquecimiento de la familia y su entorno. En Brasil reventó lo de Petrobras y
su vinculación con Lula -quien si era en verdad un líder obrero- en
Nicaragua la corrupción esta prácticamente institucionalizada. En Bolivia poco
antes del referéndum estalló un caso que involucra a ministros y diputados del
gobierno de Evo Morales. El líder indígena no hace honor aquella frase de
Gramsci : “La verdad siempre es revolucionaria”. Chile es de estos países,
según Transparencia Internacional, el menos corrupto de este continente,
listado que lamentablemente nosotros encabezamos. En el país del sur los hechos
de corrupción, que por supuesto existen, no alcanzan la dimensión de los antes
mencionados.
En nuestro país los casos de PDVSA, CADIVI,
Los negociados alrededor de las compras de alimentos y medicinas, los
contratos con las plantas generadoras de electricidad y todo las
negociaciones que enriquecieron a los boliburguesee y bolichicos , en
complicidad con altos funcionarios públicos, superan con creces las denuncias y
protestas que se desarrollan fuera de nuestras fronteras.
Personajes que llegan al poder en nombre de
la lucha por la libertad, la igualdad y contra la corrupción se convierten
cuando gobiernan en emblemas de lo que alguna vez combatieron o decían
combatir. La corrupción es el fantasma que recorre esta parte del mundo, un
fantasma sumamente dañino, su profusión impide el progreso y la felicidad de
nuestros pueblos. Tal disonancia plantea una honda reflexión sobre la
naturaleza del poder, esa reflexión es imposible abordarla en estas líneas por
lo que me limitaré a transcribir un pensamiento de Abraham Lincoln: “Casi todos
podemos soportar la adversidad, pero si quieres probar el carácter de un hombre
dadle poder”.
@lmesculpi