martes, 11 de septiembre de 2012

11-S, el año undécimo


Dr. Kenneth Ramírez

Once años después de los asombrosos ataques terroristas al corazón económico y militar de la primera potencia mundial, vale preguntarnos ¿dónde nos encontramos?
 
Si la bipolaridad de la Guerra Fría cedió su paso a un interludio sustancialmente unipolar durante la Era de Clinton, el 11-S mostró al Mundo que la hegemonía estadounidense no era omnipotente ni duraría para siempre. No solamente habían sido atacados en su propio territorio, sino que su gobierno se encontraba incapaz de ejercer una estrategia coherente y recuperar la seguridad perdida. La “Era Unipolar” cantada por los bardos neoconservadores, parecía cada vez más un “Momento Unipolar” que se iba esfumando.
 
La falta de eficacia inmediata para encontrar y detener a Osama Bin Laden, y el fracaso en el que se convertirían las guerras de Afganistán e Irak, mostraron que no era suficiente con tener el presupuesto militar más importante a nivel mundial si ello no podía traducirse en poder efectivo. La economía estadounidense al mismo tiempo se iba resintiendo. Las interminables guerras tenían un alto costo económico mientras las potencias emergentes -especialmente China- se iban afirmando en la escena mundial. Luego sobrevino la bancarrota de Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008 -el segundo 11-S de la Administración Bush-, para terminar de aclarar que todo había cambiado.
 
Hoy por hoy, es ampliamente aceptado que nos dirigimos a un nuevo sistema multipolar, donde varias potencias globales y regionales ya están gozando en determinados momentos de mayor poder e influencia que Washington en ciertos asuntos. En efecto, EEUU se encuentra en un proceso de declive relativo que le está transformando en un primus inter pares respecto a las otras potencias, teniendo menos deseos de involucrarse en guerras exteriores, exhibiendo una recuperación económica aún anémica y con una fuerte división inter-partidista sobre los grandes temas nacionales.
 
Los realistas han estado intentando componer la vajilla destrozada por los neoconservadores. Han orientado el cambio de estrategia de la Administración Obama, sustituyendo la genérica “Guerra contra el Terrorismo” por la más acotada “Lucha contra Al-Qaeda y sus aliados”, empleando para ello los servicios de inteligencia, bombardeos selectivos con drones y la cooperación efectiva con aliados clave. Aunque, Al-Qaeda y sus organizaciones afiliadas aún no han desaparecido, y sus acciones violentas siguen materializándose desde Mali a Yemen, y desde Nigeria a Asia Central y el Cáucaso; lo cierto es que con la muerte de su líder Osama Bin Laden el 2 de mayo de 2011 en Abbottabad (Pakistán), podía constatarse su pérdida de fuerza y serio retroceso en el Mundo musulmán.
 
A partir de allí, la Administración Obama culminó la retirada de Irak y emprendió el mismo camino en Afganistán, aceptando incluso que antiguos enemigos como los Talibanes parecen destinados a recuperar al menos parte del poder. Ha tratado de gestionar los problemas en el Medio Oriente junto con aliados como la Unión Europea, Turquía, Arabia Saudita y Qatar, en una estrategia indirecta denominada por uno de sus colaboradores como Leading from Behind (“Liderando desde Atrás”). Además, ha procedido a redireccionar la política exterior de EEUU hacia Asia con el objetivo implícito de contener e intentar comprometer a una China cada vez más poderosa con el orden internacional existente: el “pivote al Pacífico”.
 
Ahora, la lucha en el Mundo musulmán se ha desplazado a los “corazones y las mentes” y se hace de manera indirecta, intentando matar el sueño de Bin Laden de construir un nuevo Califato a través de la yihad. Los jóvenes de Túnez y El Cairo dieron el primer paso al negarse a tomar partido en la confrontación aterradora entre dictadura o yihad, y procurar otra salida que busca la coexistencia entre democracia e islam moderno: la “Primavera Árabe”. Por ello, en este año undécimo, la hora decisiva se juega en las transiciones políticas abiertas en Túnez, Egipto y Libia, así como en la búsqueda de una solución a la guerra civil siria. Si estos procesos políticos complejos desembocan en la instauración y consolidación de democracias islámicas en el Mediterráneo musulmán que tengan como ejemplo a Turquía, su ola expansiva llevará a una modernización del Mundo islámico en general, y a la segunda y quizás más importante muerte de Bin Laden –la muerte de su sueño. Por el contrario, si estos procesos encallan, puede resurgir la oleada frustración y odio que alimentaría un resurgimiento de Al Qaeda en el futuro. De allí, el apoyo diplomático y financiero de la Administración Obama y sus aliados a estos procesos de transición política.
 
Por los momentos, Al-Qaeda está perdiendo la guerra y EEUU está obteniendo una amarga y costosa victoria. ¿Desaparecerá el primero y el segundo perderá definitivamente su supremacía dando paso a un sistema multipolar? Sólo el tiempo nos lo dirá

sábado, 8 de septiembre de 2012

Venezuela en MERCOSUR: ¿A dónde vamos?

Prof. Angel Castillo Siri

El prolongado y dificultoso proceso de ingreso de Venezuela como Miembro Pleno del MERCOSUR se concretó luego de que Argentina, Brasil y Uruguay decidieran la suspensión de Paraguay luego del juicio político y destitución de Fernando Lugo en junio pasado. Hace pocas semanas, el Senado de Paraguay discutió finalmente el Protocolo de Adhesión de Venezuela al bloque y lo rechazó por amplia mayoría, lo cual plantea la duda de qué sucederá en abril de 2013, cuando se elija un nuevo Presidente en Paraguay y el causal de la suspensión de ese país desaparezca, ya que la decisión de aceptar a Venezuela sin la venia paraguaya contradice lo establecido en el Tratado de Asunción que prevé la aceptación de nuevos miembros por unanimidad. Es por ello que la decisión pragmática de los Presidentes Fernández, Rouseff y Mujica lesiona gravemente la institucionalidad del MERCOSUR e indica que, al menos en esta etapa, la discrecionalidad política privará sobre las normas en dicho bloque.
 
Es innegable el peso de Brasil en adoptar esta decisión, al ser la mayor economía de Sudamérica y por los entretelones conocidos de la Cumbre de Mendoza. Su estrategia de consolidación como potencia regional tiene como punta de lanza la ampliación de MERCOSUR para garantizar su influencia económica mientras a nivel político emplea a la UNASUR como foro de concertación regional. De allí el surgimiento del Foro del Arco del Pacífico, el cual es un mecanismo de dialogo creado en 2007 que incluye a Chile, Colombia, Perú y México como propuesta de concertación que sirva, entre otros objetivos, de contrapeso a la “brasilerización” regional y que el Presidente Electo de México, Enrique Peña Nieto, parece considerar como uno de los ejes de su política exterior.
 
Analizar el ingreso de Venezuela implica vincular dos momentos clave: el primero es la destitución de Lugo, que brindó la oportunidad para implementar la estrategia; el segundo momento ocurrirá el 7 de octubre, con las elecciones en Venezuela. La estrategia expansiva de Brasil necesitaba formalizar la incorporación venezolana antes de este proceso para garantizar su influencia tanto en un escenario de continuidad como de cambio de gobierno. Venezuela no solo es atractiva por sus recursos energéticos, sino que a nivel geopolítico permite una ventana hacia el Caribe y a nivel económico, es un petroestado que padece los vicios de la Enfermedad Holandesa, es decir, un gran superávit comercial gracias a la exportación petrolera pero cuya industria y agricultura son muy poco competitivas, por lo que no son ninguna amenaza para el agresivo y diversificado sector exportador brasilero.
 
De este modo, de haber continuidad en el gobierno venezolano y su tendencia dirigista a nivel de comercio exterior, los exportadores brasileros solo tendrán que buscar acuerdos con los entes gubernamentales nacionales sin mayores barreras de entrada a nuestro mercado, reservándose la posibilidad de presionar a través de su gobierno y de los acuerdos de MERCOSUR en caso de que Venezuela decida frenar el comercio mediante el control cambiario u otras trabas, como ocurrió en 2009 con los retrasos venezolanos al pagar importaciones brasileras. Si se presenta un cambio de gobierno, sería erróneo adoptar un enfoque de mayor liberalización dada la gran debilidad del sector exportador venezolano y la falta de políticas de promoción de exportaciones bien articuladas.
 
Venezuela necesita ganar tiempo para adecuarse al reto, para lo cual puede aprovechar que actualmente se negocian diversos aspectos del ingreso (adopción del arancel externo común y programa de liberación) que deberían arrojar resultados en diciembre próximo pero cuyas comisiones de trabajo han sufrido retrasos. Esto permitirá delinear una estrategia de mediano plazo en donde podamos aprovechar efectivamente las potencialidades para nuestra economía, a la vez que se define si nuestro interés nacional queda mejor servido como bisagra de América o como avanzada brasilera.

sábado, 11 de agosto de 2012

Otra posición para Venezuela frente a la guerra civil siria

Dr. Kenneth Ramírez


El conflicto sirio se ha prolongado por casi 17 meses dejando un saldo de más de 20 mil muertos, 50 mil refugiados y miles de desplazados. Se trata ya de una auténtica guerra civil con ramificaciones internacionales, en la que cada una de las partes cuenta con valedores foráneos que le suministran apoyo diplomático, financiero, logístico o militar.
 
El gobierno de Venezuela se ha alineado con el gobierno de Bashar al-Assad -quien ejerce el poder de forma autoritaria desde que lo heredó de su padre Hafez en 2000-, en el entendido de que éste representa un gobierno “socialista árabe” y “anti-imperialista”; suscribiendo el discurso de Damasco, según el cual, el levantamiento sirio –mayoritariamente sunita- es obra de “terroristas infiltrados” por EEUU y sus aliados y por tanto no representa al pueblo sirio.
 
El apoyo venezolano se ha traducido en numerosas declaraciones políticas al más alto nivel a favor de Bashar al-Assad; en un respaldo diplomático desde la Asamblea General de Naciones Unidas junto a los países de la ALBA y en la participación en la Conferencia de “Verdaderos Amigos de Siria” celebrada recientemente en Teherán; así como en el importante envío de cuatro cargamentos de 300 mil barriles de diesel al puerto sirio de Banias en los últimos 8 meses, que han sido pagados a PDVSA con nafta siria, con lo cual Damasco burla las sanciones internacionales, ahorra divisas y mantiene el esfuerzo bélico a pesar de las consideraciones humanitarias que esto último supone.
 
Esto coloca a Venezuela en una posición de apoyo irrestricto al actual gobierno de Damasco al lado de Irán, Rusia y China –aunque Moscú y Beijing no califican a la oposición de “terrorista”-, lo cual niega la compleja realidad siria y no resulta plausible ni en lo ideológico ni en lo geoestratégico.
 
Empezando por el aspecto ideológico, cabe decir que Bashar al-Assad es indefendible incluso desde una posición de izquierdas como sostiene el gobierno venezolano, ya que encabeza una dictadura que ha venido reprimiendo brutalmente a su pueblo y le niega la posibilidad de mayores libertades, convivencia y bienestar. El propio Ignacio Ramonet, editor de Le Monde Diplomatique e intelectual de referencia para el movimiento anti-globalización, ha expresado que este mal llamado “socialismo árabe” no es otra cosa que un Estado autoritario y que los insurgentes sirios merecen la ayuda de todos los demócratas. La defensa a ultranza que se ha venido haciendo de Bashar al-Assad, como se hizo en su momento de Muammar Gaddafi, nos coloca en una posición extremista que nos aísla y afecta la imagen de Venezuela a nivel internacional.
 
En cuanto al aspecto geoestratégico, Siria está demasiado distante, siendo además poco relevante en lo político-diplomático, petrolero o comercial para Venezuela como para representar un aliado estratégico que realmente apalanque nuestra proyección internacional, sin embargo, sí que constituye un aliado importante para Irán. De manera que estamos frente a una adopción acrítica de la estrategia geopolítica iraní, que nada tiene que ver con nuestros intereses nacionales, nos expone a posibles sanciones internacionales y nos aleja de Arabia Saudita y demás monarquías petroleras sunitas del Golfo. Esto ya ha generado una reducción de nuestro margen de maniobra en la OPEP, cuando justamente nuestra posición geográfica nos invita a mediar cuando surjan conflictos entre nuestros socios petroleros que puedan menoscabar la cohesión de la Organización.
 
Por tanto, consideramos que Venezuela debe optar por otra posición respecto a la sangrienta guerra civil que está desgarrando a Siria. Dicha posición debería contemplar los siguientes puntos esenciales:
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1) Apoyo a la mediación de la ONU tendiente a finalizar el conflicto e impulsar la transición política hacia la Nueva Siria: el Enviado Especial del Secretario General de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, ha renunciado recientemente a su cargo, manifestando el obstáculo que ha supuesto la división de las potencias del Consejo de Seguridad de la ONU y la poca disposición de Bashar al-Assad de cumplir con los compromisos adquiridos. Venezuela debe brindar apoyo diplomático al nuevo enviado de la ONU y la Liga Árabe (como posibles candidatos se han mencionado los nombres del ex–canciller de Argelia, Lakhdar Brahimi, y del ex-canciller de España, Miguel Ángel Moratinos, ambos diplomáticos expertos en Medio Oriente y resolución de conflictos), para que logre un cese al fuego de las partes verificable y la delegación de los poderes de Bashar al-Assad en un gobierno transitorio que impulse un proceso de reformas en Siria hacia un sistema político más democrático.
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2) Reconocimiento del rol de la mayoría sunita en la Nueva Siria: 74% de la población es musulmana sunita, por lo que deben tener mayor participación y representación en las instituciones gubernamentales de conformidad a su peso demográfico. Este aspecto es subrayado por muchos de nuestros socios de la OPEP que comulgan con esta rama del Islam, y entre ellos, de manera conspicua Arabia Saudita.
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3) Respeto y participación de las minorías en la Nueva Siria: 12% de la población es alawita, sin embargo, controlan el gobierno, la economía y el ejército, excluyendo a la mayoría sunita. Los alawitas, que fueron excluidos de las instituciones gubernamentales hasta que el Partido Baaz de los Assad llegó al poder en 1963, ahora creen que su supervivencia está ligada a la del régimen. Esto hace necesario tomarlos en cuenta en las negociaciones de cara a una Nueva Siria, ya que de lo contrario, el país podría ser sacudido por años de guerra civil, peor que el conflicto que desoló a El Líbano entre 1975 y 1990. Esto además puede acercar a Irán –otro importante socio de la OPEP- a una solución negociada, en tanto que Teherán entiende que los alawitas, que comparten muchas creencias y prácticas con la rama del Islam shiíta, son sus aliados naturales en Siria y su puente hacia la población shiíta de El Líbano.
 
Asimismo, como en el caso de los alawitas, tanto cristianos, drusos, kurdos y demás minorías religiosas y étnicas deben ser respetadas, y contar con participación y representación proporcional en la toma de decisiones en la Nueva Siria. Debe evitarse cualquier tipo de revanchismo que lleve a un prolongado y sangriento conflicto sectario.
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4) Mantener la integridad territorial del país: cualquier tipo de partición siria debe ser rechazada ya que tiene un gran potencial de desestabilización en el Medio Oriente. No obstante, esto no es óbice para que la Nueva Siria pueda dotarse -si lo decide durante su proceso de transición política- de estatutos autonómicos para ciertas regiones como Latakia y Kurdistán, en el caso que se considerara que eso permitiría una mejor convivencia en libertad.
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5) Impulsar la permanencia de Naciones Unidas en Siria a largo plazo: es deseable que se cree una misión especial de la ONU para acompañar el proceso de transición política, suministrar ayuda humanitaria, apoyar labores de reconstrucción y contribuir a fortalecer la seguridad del país -evitando la proliferación de milicias, la presencia de grupos extremistas y procurando un manejo adecuado del arsenal químico que actualmente posee Damasco.
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En conclusión, frente al conflicto sirio, la única postura cónsona con nuestros valores e intereses, es impulsar una salida negociada que inicie un proceso de transición política y garantice la reconciliación nacional, el respeto a las minorías, la integridad territorial y la seguridad nacional y ciudadana. Esto, además, es una demanda de la pacífica y próspera Comunidad Siria en Venezuela que asciende a alrededor del millón de habitantes entre inmigrantes y descendientes –la segunda en importancia-, y reproduce en buena medida el complejo mosaico étnico-religioso del país de Sham.

sábado, 30 de junio de 2012

Elecciones en México y Venezuela: impacto bilateral, regional y petrolero

 
El pasado 18 de junio, COVRI celebró su primer seminario centrado en los impactos político-diplomáticos y petrolero de las elecciones en México y Venezuela; dos comicios que marcarán el futuro inmediato de América Latina.
 
El seminario contó con la participación del Dr. Kenneth Ramírez, el Embajador Edmundo González Urrutia, el Prof. Rafael Quiroz, el Dr. José Toro Hardy, el Prof.CarlosLuna Ramírez y el Prof. Angel Castillo Siri, con la moderación de la Prof. Giovanna De Michele.
De lo discutido en ese evento, el equipo de COVRI llegó a las siguientes conclusiones:
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- Las principales encuestas muestran como ganador de las elecciones en México que tendrán lugar el 1 de julio de 2012, al candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, quien a pesar de los errores cometidos en la campaña donde mostró falta de formación, acusaciones de tener el apoyo de las poderosas empresas de medios TELEVISA y TV Azteca para desacreditar a sus adversarios, y las críticas del movimiento estudiantil #YoSoy132; ha mantenido una clara ventaja sobre sus adversarios debido a su juventud, capacidad retórica e imagen.
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- Hace un par de meses surgió el movimiento #YoSoy132 a raíz de una polémica en torno a un acto de Enrique Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana. Medios afines al candidato del PRI presentaron la protesta de algunos estudiantes como un acto protagonizado por agitadores ajenos al mundo universitario. Varios estudiantes colgaron vídeos en internet identificándose claramente. El número de participantes llegó hasta 131 y hubo alguien que entonces colgó “#YoSoy132”, surgiendo así el nombre del movimiento. Los estudiantes se han mostrado muy activos a la hora de convocar movilizaciones y concentraciones para exigir un nuevo modelo político más participativo, un modelo socioeconómico más justo, y un modelo informativo menos tendencioso.
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- El candidato de la Revolución Democrática (PRD), Andrés Manuel López Obrador se ha posicionado en el segundo lugar de las preferencias electorales, en lo que representa un segundo intento por alcanzar el Palacio de Los Pinos, después de las cerradas elecciones de 2006, cuando perdió ante Felipe Calderón por apenas un 0,56% de los votos. En aquella ocasión, López Obrador denunció un fraude generalizado y toda una campaña de manipulación informativa, y no reconoció el resultado lo que generó una grave crisis institucional. Hoy se ha alejado de aquella postura y ha moderado su discurso buscando ampliar su base social de apoyo, de hecho, la principal fortuna de México y el Mundo,CarlosSlim –dueño de TELMEX-, le respalda.
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- La candidata del oficialista Partido Acción Nacional (PAN), Josefina Vázquez Mota, ha ido perdiendo apoyos a medida que avanzaba la campaña electoral, hasta situarse en tercer lugar. Aunque ha buscado explotar su condición de primera mujer que opta por la Presidencia de México, lo ha hecho haciendo hincapié en el rol tradicional de ama de casa, lo que le ha generado no pocas críticas de grupos feministas. Además se ha visto perjudicada por el desgaste del PAN, tras 12 años en el poder. El saldo de los dos sexenios “panistas” es un México agobiado por una espiral de violencia que ha cobrado casi 60.000 muertos en los últimos seis años, atenazado por el narcotráfico y la corrupción que se ha instilado en todas las instituciones, y por si fuera poco, abrumado por fuertes desigualdades socioeconómicas y territoriales.
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- Además, se escogerán a los 500 diputados y a los 124 senadores que componen el Poder Legislativo, así como a varios gobernadores en distintos estados y algunas autoridades locales. De manera que, aunque la elección presidencial es la que centra la mayor atención, es importante observar la base legislativa que el futuro Presidente de México logre obtener.
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- Si no se producen sorpresas, las encuestas apuntan a un regreso del PRI, quien marco los destinos de México durante siete décadas antes de la victoria del PAN en 2000. No obstante, por el perfil tecnocrático de Enrique Peña Nieto y los cambios que se han venido generando en la sociedad mexicana, descartamos un escenario de “restauración” autoritaria del “sistema priísta”, es decir, de eso que Mario Vargas Llosa llamó en alguna oportunidad la “dictadura perfecta”.
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- La plataforma de política exterior del candidato Enrique Peña Nieto, señala que México ha perdido espacios en el Mundo a lo largo de los últimos 12 años. Consideran que después de haber gozado de una gran reputación en el ámbito global y diplomático durante más de 40 años, la imagen del México es ahora cuestionada en el concierto internacional debido, principalmente, a los problemas que padece en materia de seguridad. Subrayan la necesidad de proyectar a México como potencia emergente, recuperando su lugar como líder de Centroamérica, referente para Latinoamérica, sin dejar parte integral de América del Norte. Los asesores de Peña Nieto expresan que en América Latina “…a México se le extraña. Hemos perdido espacios importantísimos de negociación y mediación. Así, pues, no es difícil explicar que Brasil los haya ocupado, aprovechando nuestra ausencia. Por esta razón, debemos concentrarnos en detonar diferentes mecanismos de participación con toda la región, y no sólo mediante relaciones bilaterales”.
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- La plataforma de política exterior del candidato Andrés Manuel López Obrador, establece que la misma estará anclada en los principios constitucionales, guardando estricta congruencia con el “profundo proceso de cambios” que López Obrador ha prometido echar a andar, el cual “estará orientado a construir un país próspero y dinámico del que participen, en equidad y justicia, todos los mexicanos, en especial los pobres”. En definitiva, señalan que México tendrá una “política exterior progresista” que fortalezca la posición de México en el Mundo y genere oportunidades. El anunciado eventual Secretario de Relaciones Exteriores, Jorge Eduardo Navarrete, ha expresado consolidará “…las relaciones bilaterales prioritarias con Latinoamérica, fincándolas en importantes intereses comunes que cubran desde proyectos bilaterales, que puedan alcanzar a terceros, hasta empeños compartidos en los organismos mundiales (…) Centroamérica y El Caribe conforman el primer espacio de cooperación externa de México. Ésta, ejercida más mediante el comercio, la inversión y la asistencia técnica que por la ayuda financiera, serviría también al interés nacional, más allá de todo resabio paternalista. Es preciso plantear, con apertura y franqueza, a todas las naciones de esta subregión la necesidad, la conveniencia y la pertinencia de un nuevo arreglo subregional, fundado en la cooperación de provecho mutuo y orientado al desarrollo (…) Con la mayoría de los países sudamericanos pueden acordarse agendas amplias de cooperación bilateral, que incluyan —pero no se limiten a— los temas comerciales y económicos y atiendan, con igual énfasis, la cultura y la comunicación entre los pueblos.
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- Esto significa, que tanto Peña Nieto como López Obrador, llevarán a México a buscar un liderazgo que consideran que su país ha perdido en Centroamérica y El Caribe, y desde allí proyectarse hacia el resto de América Latina. El tono utilizado por Peña Nieto es el de una potencia emergente que busca un área de influencia en abierta competencia con Brasil, lo que puede llevarle a mantener relaciones pragmáticas con Venezuela –independientemente del candidato que resulte vencedor en las elecciones del 7 de octubre-. Mientras el tono utilizado por el candidato López Obrador es mucho más social e inscrito dentro del paradigma tradicional de la política exterior mexicana y la doctrina latinoamericanista, por lo que será mucho más importante las coincidencias ideológicas que puedan establecerse con Brasil y Venezuela.
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- Consideramos que una combinación de victorias de Peña Nieto en México y el candidato Presidente Chávez en Venezuela, puede llevar a un tipo de relación parecida a las mantenidas por los gobiernos tradicionales del PRI con la Revolución Cubana, pero ambos Presidentes tendrán como desafío sus diferentes estilos y la búsqueda de arreglo en El Caribe. Una combinación de victorias Peña Nieto en México y Capriles Radonsky en Venezuela puede potenciar considerablemente la relación bilateral debido a estilos, propuestas e intereses coincidentes, en tanto que el candidato priísta ha manifestado su deseo de liderar en Centroamérica y El Caribe, y el programa de política exterior de la oposición venezolana considera necesario racionalizar las relaciones hacia esa región marcadas por un uso excesivo de la cooperación petrolera a través de PETROCARIBE.
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- Consideramos que una combinación de victorias de López Obrador en México y del candidato Presidente Chávez en Venezuela, puede originar una relación de profunda sintonía ideológica y personal que puede ser utilizada simbólicamente por elPRDhacia lo interno; se abre aquí posibilidades de crecimiento de la relación bilateral en el marco de la CELAC y organizaciones multilaterales, así como la participación de México en PETROCARIBE y la construcción de nuevas iniciativas lideradas por el binomio México-Venezuela en Centroamérica y El Caribe. Una combinación de victorias de López Obrador en México y Capriles Radonsky en Venezuela, puede llevar a una relación pragmática y de liderazgo compartido en Centroamérica y El Caribe, pero ambos Presidentes tendrán como desafío sus diferentes estilos. La coincidencia ideológica entre López Obrador y Dilma Rousseff representará un desafío para Capriles Radonsky, en tanto que puede establecerse una suerte de condominio entre ambos países para marcar las iniciativas y proyectos regionales.
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- Finalmente, en materia petrolera, cabe destacar que la producción de petróleo de México viene en franca declinación en los últimos años (+20% desde 2004), en buena medida debido al agotamiento del principal yacimiento de Cantarell. Por esta vía, también las elecciones mexicanas resultan importantes para Venezuela, ya que el candidato Peña Nieto ha planteado la necesidad de una nueva Reforma Energética que evite que México se convierta en importador neto de petróleo en 2020 –ya que también experimentará una expansión de su demanda interna-, mediante la adopción de contratos de producción compartida, cambios en PEMEX que le acerquen al modelo de PETROBRAS y una mayor exploración en aguas profundas del Golfo de México. López Obrador se opone a cualquier Reforma Energética que considera el inicio de la senda hacia la privatización, y ha planteado que sólo debe impulsarse la lucha contra la corrupción y una mayor eficiencia en PEMEX. Si triunfa el candidato Peña Nieto, Venezuela se enfrentará a una posible recuperación de la oferta de un importante productor No-OPEP en la segunda parte de la presente década, y en consecuencia, una mayor competencia por inversiones y mercado, así como un nuevo factor que presionará los precios del petróleo a la baja. Recordemos que tanto el gobierno como la oposición venezolana han propuesto fuertes planes de expansión de nuestra producción petrolera que tienen como meta alcanzar alrededor de 6 MMBD para la siguiente década, lo que es retador para hallar hueco de mercado sin considerar nueva producción mexicana. Asimismo, con precios del petróleo por debajo de 80-90 $/Bl, Venezuela no tendría equilibrio fiscal debido a la fuerte expansión que ha experimentado nuestro gasto público en los últimos años.

jueves, 28 de junio de 2012

Una peligrosa omisión

Dr. Kenneth Ramírez

La política exterior está jugando un papel muy secundario en la actual campaña electoral. Pareciera que en opinión de los asesores políticos de los candidatos, los temas de las relaciones de Venezuela con el resto del Mundo no se traducen en votos y pueden esperar hasta después de las elecciones.
 
A día de hoy, en un país como Venezuela, con un gigantesco volumen de negocio con el exterior –en buena parte debido al petróleo-, resulta frustrante y sobre todo muy preocupante observar que los candidatos o sus equipos de asesores se limiten a hablar de problemas locales, como seguridad ciudadana, empleo, vivienda, salud o educación. El electorado venezolano es consciente de que las relaciones con el exterior tienen implicaciones fundamentales en el desarrollo socioeconómico del país, por lo que quiere un Estadista que conduzca al país con firmeza y prudencia a través de un Mundo cada vez más complejo, siguiendo un rumbo definido que nos lleve a una situación de mejora de las condiciones generales. Su visión debe trascender los problemas locales e incluir asuntos de naturaleza geoestratégica: el posicionamiento de Venezuela en el tablero mundial en la segunda década del siglo XXI, identificando amenazas y oportunidades para la seguridad y bienestar nacional, lo cual resulta de vital importancia para generar empleo productivo bien remunerado, renovar y redimensionar infraestructura, mejorar del sistema educativo y sanitario, etc.
 
Conocemos la postura del Presidente Chávez en lo que a política exterior se refiere, guiándonos por la línea que ha seguido durante los años que ha estado gobernando: revisionismo frente a la hegemonía de EEUU e integración latinoamericana. Sin embargo, su política no ha estado exenta de debilidades tales como personalismo, sobre-expansión y sesgos ideológicos que han complicado los objetivos inicialmente planteados, tales como consolidar a Venezuela como potencia energética o impulsar la multipolaridad. Por su parte, el candidato de la oposición, Henrique Capriles Radonsky, a pesar de manifestar indirectamente fuertes diferencias respecto a la política exterior desplegada por el gobierno en la última década, no ha hecho hasta ahora señalamientos ni propuestas definidas en este sentido, y por eso el electorado no deja de percibirlo como un líder local, carente de visión estratégica internacional.
 
Observamos con preocupación y decepción que no haya consenso nacional razonable en un tema de fundamental importancia para el Estado y resulta desconcertante que no se lleve a cabo un debate, ni siquiera a nivel de asesores políticos en esa materia. Nos gustaría escuchar las ideas de los candidatos para consolidar a Venezuela como potencia media, su opinión sobre las principales tendencias a largo plazo del sistema internacional, sus propuestas de grandes estrategias y las alianzas que consideran necesarias con otros países u organizaciones, sus iniciativas sobre el futuro rol de Venezuela en América del Sur, en América Latina y en el Hemisferio en su conjunto, dentro del marco de las diferentes instituciones u organizaciones. Asimismo quisiéramos conocer su postura por ejemplo al respecto de cómo debe responder Venezuela a un entorno marcado por el declive relativo de la hegemonía de EEUU y la creciente importancia de las potencias emergentes BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), así como saber si consideran conveniente fijarnos como meta a largo plazo insertarnos en el G-20 y cómo puede lograr Venezuela tener una mayor influencia en el sistema de Naciones Unidas –el principal espacio donde se construyen los principios y normas de la gobernanza global.
 
Lo que distingue hoy en día a países como Brasil, Argentina, México, Colombia, Chile y España -por mencionar algunos- de Venezuela, es precisamente que, sin dejar de lado sus problemas internos, están atentos a un proyecto nacional frente al Mundo o con el Mundo. Sus líderes son conscientes de que su bienestar futuro depende de ganar simultáneamente márgenes de autonomía política y de competitividad económica, y no de forma excluyente.
 
Venezuela lleva cuando menos una década jugando el rol de chico rebelde en el escenario regional y global, marchando contracorriente de manera utópica e improvisada en muchos en casos, con la idea narcisista de lograr notoriedad y reconocimiento, pero ganando al mismo tiempo censura o conflictividad. Por este camino, el país se ha ido aislando o marginando, tomando posturas cada vez más radicales, incluso si se comparan con las asumidas por potencias como China o Rusia en casos donde estas potencias sí que tienen intereses específicos, como por ejemplo la guerra civil que hoy desgarra a Siria o el programa nuclear iraní.
 
Sin embargo, en otros temas en los que hay de por medio intereses nacionales muy claros y concretos, se guarda silencio o sencillamente se cede en base a sesgos ideológicos. La contundente defensa de nuestra diplomacia de la soberanía argentina sobre las islas Malvinas resulta desconcertante al compararla con la débil reclamación de nuestra soberanía sobre el Esequibo; asimismo resulta incomprensible nuestra despreocupación por el ascenso de Brasil, mientras continuamos firmando desventajosos acuerdos con Cuba, China, Vietnam o Belarús, con la falsa creencia que aún estamos en la Guerra Fría y que estos países siguen estrategias de otrora. Es con este tipo de posturas que perdemos oportunidades y colocamos en riesgo nuestra seguridad nacional.
 
No discutir sobre política exterior, es un error para cualquier candidato a Presidente. Asumir que el espacio externo no le interesa al elector y que solamente le preocupa la situación de las cárceles, la inseguridad, el desempleo, las Misiones, etc., es una perspectiva reduccionista y muy limitada, sobre todo ante un pueblo que ha demostrado históricamente tener voluntad de poder y deseo de ocupar un puesto privilegiado a nivel internacional. Nuestra sociedad tiene interés firme en superar los problemas internos, pero a su vez está convencida del potencial que tiene Venezuela para consolidarse como potencia media global. Ampliar la visión que se tiene del país en sus relaciones con el Mundo tiene en realidad más fondo e impacto que otros temas que están inundando y agotando los discursos de la actual campaña electoral para un país petrolero, tan integrado al escenario global. Es necesario abrir espacios para el debate a ese respecto, y una vez que se haya dibujado un claro contraste entre las propuestas en liza, empezar a buscar puntos de encuentro en las diferencias, dejando de lado elementos subjetivos como partidismo e ideología, privilegiando la objetividad y el pragmatismo desde una perspectiva nacional.
 
Mientras el gobierno insista en la importancia de consolidar su poder interno y proyectar una “identidad socialista” al exterior, y la oposición se siga centrando en señalar soluciones locales a nuestros problemas y proyectar una “identidad democrática” hacia el exterior, se hará cada vez más evidente la debilidad y falta de acuerdo en materia de política exterior y nos expondremos a la injerencia de las potencias y al recelo o desconfianza de potenciales socios o aliados, dificultándose así la materialización y consolidación de los objetivos internos que se hubieran fijado de uno u otro lado. Resulta crucial para el futuro del país hallar un consenso nacional a ese respecto, y la mejor forma de empezar a hacerlo es mediante debates de altura -al menos entre los asesores y especialistas-, privilegiando la fuerza del mejor argumento racional. En definitiva, debería dejarse de lado el desacuerdo ideológico, y comenzar a definir conjuntamente y de manera realista nuestros intereses nacionales -en el marco de la Constitución Nacional- de cara a esta segunda década del siglo XXI. No está de más que recordemos lo que se decía en tiempos del Imperio Romano: “Un pueblo dividido está maduro para ser conquistado”.

viernes, 8 de junio de 2012

La banca española y las perspectivas de la Eurozona

Prof. Angel Castillo Siri

La voluntad política de los líderes del Euro afronta cada vez mayores pruebas. Desde las elecciones en Francia y en Grecia ocurridas hace un mes, la cotización frente al dólar cayó del nivel de 1,30 USD/EUR a un nivel de 1,24 USD/EUR, cerca de un 5% menos. España, sin embargo, es el centro de las preocupaciones de la Eurozona debido a la posible crisis bancaria que se viene gestando en los últimos meses y cuya señal de alarma fue la nacionalización y rescate de Bankia, principal banco del mercado doméstico, a principios de mayo.
Los problemas de Bankia se relacionan a su exposición a hipotecas y activos del sector inmobiliario, que representaba en España casi la sexta parte del PIB antes de la crisis. Las pérdidas de este año, cifradas en cerca de EUR 3.500 millones y las segundas en la historia de España, llevaron a que el gobierno inyectara hasta EUR 19.000 millones del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Los temores de una crisis financiera son elevados, y el gobierno declara, como es de esperarse, que el problema se limita a solo determinadas entidades. El 11 de junio el FMI emitirá un informe que dará mayores luces sobre el contagio de la crisis dentro del sistema financiero.
A diferencia de la crisis de 2008, cuando España presentaba un superávit fiscal de 1,9% del PIB en sus resultados del año anterior, el gobierno no tendrá capacidad para financiar un plan de rescate masivo. Por ello, España ya avisora, a su pesar, recurrir a la Unión Europea para obtener financiamiento del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). La propuesta, sin embargo, plantea que los fondos sean dirigidos directamente a la banca a través del FROB, no al gobierno, para evitar así atarse a las condiciones de equilibrio macroeconómico para obtener los recursos.
El problema es que parece inevitable una crisis financiera de cierta magnitud en España en pocos meses: solo durante el primer trimestre del año el Banco de España registró una salida de EUR 97.000 millones. Eso equivale al déficit fiscal del año 2010, cuando este indicador se ubicaba en -9,2% del PIB de ese año. La situación actual refuerza esta tendencia, acompañada del aumento de la prima de riesgo del país que se acerca ya al 7% y el reto es evitar que los fondos de rescate se vayan tan rápidamente como entraron.
Una crisis financiera en estas condiciones puede llevar a un “corralito” español, lo cual significa, de facto, una moratoria como la que se ha tratado de evitar en Grecia por los últimos dos años. También este era el temor respecto a Francia en el otoño pasado cuando la calificación de los principales bancos franceses fue reducida por las agencias calificadoras debido a que sus activos estaban contaminados por bonos griegos de alto riesgo, solo que la crisis española es causada por el deterioro de los propios activos y de los negocios de la banca y por la salida masiva de capitales, aumentando el riesgo de insolvencia.
España es la cuarta economía de la Eurozona, representando un 11% del PIB, por lo que las necesidades de financiamiento son sustancialmente mayores que las de Grecia. Solicitar fondos del FEEF implicará nuevas condiciones además de las medidas de austeridad aplicadas por el gobierno de Rajoy, lo que incrementará el descontento y la inestabilidad política. El manejo de la crisis tendrá reflejo en Italia, la tercera economía de la zona, en condiciones parecida a la española e incidirá en el comercio y la producción, exacerbando la crisis.
Si Alemania persiste en el sostenimiento del euro, como hasta ahora, veremos en pocas semanas la aprobación de un plan de rescate a la medida para la banca española luego de precisar las instituciones afectadas, incluyendo reformas en la estructura del sistema financiero a través de fusiones y adquisiciones. Paralelamente, se tratará de corregir otra de las debilidades institucionales del euro a semejanza del propio FEEF y del Pacto Fiscal, generando un mecanismo europeo para la estabilidad bancaria y reforzando la supervisión de los órganos de la UE sobre el sistema financiero, con planes de ayuda preestablecidos. El efecto esperado sería recuperar la confianza en el sistema financiero español y frenar la salida de capitales en un par de meses, con repercusiones positivas en Italia que permitan a Europa concentrarse nuevamente en la situación de Grecia.

jueves, 7 de junio de 2012

La denuncia del TIAR y el Consejo de Defensa del ALBA

Prof. Angel Castillo Siri

Los países del ALBA (Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela) han decidido denunciar conjuntamente el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) por considerar, según dice la declaración conjunta, que ha perdido legitimidad y vigencia, debido que en ocasión del conflicto de las Malvinas “… un Estado parte del Tratado apoyó la agresión.”
 
La denuncia de los países del ALBA, efectiva dentro de 2 años según lo estipulado en el Art. 25 del Tratado, se suma a la denuncia de México efectuada en octubre de 2002. Los argumentos de México se concentraron más en una crítica a la falta de profundidad del TIAR en abordar otras dimensiones de la seguridad hemisférica, como la superación de la pobreza y la desigualdad, el narcotráfico y crimen organizado, salud pública y pandemias y el terrorismo, no solo la dimensión militar enfocada a las realidades de la Guerra Fría. Cuando Brasil propuso convocar el TIAR como respuesta hemisférica ante los atentados del 11-S, se evidenció que efectivamente el Tratado no respondía a amenazas de estos actores subnacionales que permean las fronteras. El otro argumento, de menor peso para la posición mexicana, era la falta de legitimidad que había marcado al TIAR debido al conflicto de las Malvinas.
 
El causal de denuncia de los países del ALBA es un hecho ocurrido hace 30 años, cuando en 1982 el gobierno argentino de la época, bajo la dictadura de Galtieri, decidió resolver su reclamo por las Islas Malvinas por la vía militar. Las fuerzas argentinas ocuparon militarmente las islas en momentos en que tambaleaba la credibilidad de la dictadura en medio de la creciente impopularidad, la recesión económica y la crisis financiera. Galtieri fue, además, el comandante de las unidades argentinas que cerraron la frontera con Chile en 1981 por otro conflicto fronterizo respecto al Canal del Beagle. El análisis del Alto Mando argentino preveía que Gran Bretaña no reaccionaría por los recortes presupuestarios que estaba sufriendo su economía en recesión y que la movilización británica, de producirse, tardaría meses en concretarse. Fue una jugada arriesgada que resultó muy mal.
 
No cuestionamos la legitimidad del reclamo argentino, sino la estrategia adoptada por el gobierno de Galtieri, sobre todo comparando con los avances logrados en su momento por la diplomacia venezolana en su reclamo por los territorios del Esequibo. La placabilidad del TIAR en casos semejantes genera las siguientes preguntas: ¿obligaba el TIAR a cerrar filas en un conflicto cuando el primer movimiento de tropas, la Operación Rosario, fue iniciada por Argentina? ¿Significa esto que un gobierno puede iniciar acciones militares sobre cualquier área en reclamación o disputa y esperar el apoyo regional basado en el Tratado? ¿Se sienten obligados los demás gobiernos a prestar apoyo militar o más bien es un riesgo asumir un apoyo irrestricto a las estrategias de otros gobiernos que pueden ser altamente costosas, aplicando una solidaridad mal entendida?
 
Defender este enfoque de seguridad regional es retomar una visión tradicional eminentemente militar, vinculada al concepto de defensa, en donde se privilegia la noción de alianzas de activación automática, en vez de un enfoque multidimensional en donde las amenazas no surgen fundamentalmente de la acción deliberada de otro estado y que se basa en la cooperación en áreas específicas, pero que mantiene la autonomía de cada país en cuanto a su doctrina militar e hipótesis de conflictos.
 
El enfoque tradicional se refleja, aunque en una versión aligerada, en el Consejo de Defensa Sudamericano (CDS), uno de los órganos de la UNASUR. Allí vemos contemplada la cooperación en el área de defensa, intercambio de información y propuesta de una visión conjunta pero no existe nada parecido al Art. 3 del TIAR que “regionalice” las agresiones armadas contra algún país miembro. Tampoco incorpora disposiciones como las establecidas en los Art. 7 y 8 respecto a conflictos entre países americanos, en donde se asigna un rol al Órgano de Consulta, la determinación del agresor y las medidas a tomar, sino que solamente enuncia la promoción de la solución pacífica de conflictos.
 
Sin embargo, la propuesta de creación de una Consejo de Defensa del ALBA si pudiese generar un acuerdo en la región más parecido a una alianza defensiva similar al TIAR, sobre todo por la afinidad ideológica de sus integrantes y sus hipótesis de conflicto frente a los Estados Unidos. Debe considerarse con mucho cuidado si se promoverá esta alianza defensiva dentro del ALBA y contemplar cómo ese vinculará con el resto de la región y los costos que puede acarrear para nuestro país asumir compromisos de esta naturaleza cuando Nicaragua tiene problemas fronterizos con Colombia y Costa Rica, Bolivia reclama permanentemente su salida al mar y Cuba teme constantemente una agresión de Estados Unidos.

jueves, 31 de mayo de 2012

Efecto Wikileaks

Prof. Giovanna De Michele

El año 2007 marca un antes y un después en la vida de los ciudadanos del mundo entero, a raíz de la aparición en público de una organización internacional que decidió utilizar el ciberespacio, definido por John Perry Barlow en 1996 como “el nuevo hogar de la mente”, para publicar informes y documentos suscritos por quienes toman las grandes decisiones a nivel mundial, sin menoscabo de nacionalidades, cargos y/o asunto en referencia. Se trata de WikiLeaks.
 
A partir de ese momento, quedó en evidencia algo que ya era familiar para quienes se desempeñan en el mundo de los servicios de inteligencia o en las esferas del poder: el manejo de la “doble agenda”, y/o la “mano izquierda”. Utilizar lenguajes diferentes, e inclusive expresar opiniones o posturas en apariencia contradictorias sobre un mismo asunto, llegó a ser algo repudiable para el ciudadano común, a pesar de constituir una práctica tan antigua como la política.
 
Lo verdaderamente novedoso fue, que tal situación pasara a ser de dominio público, rompiendo paradigmas y desnudando los aspectos más reservados del ejercicio del poder. En la actualidad, WikiLeaks ha puesto a disposición de quien la quiera conocer, una plataforma de 1,2 millones de documentos, provocando reacciones que van desde el asombro hasta el repudio e inclusive el miedo.
 
Por ejemplo, entretelones y tras bastidores de las guerras en Irak y Afganistán dan fe pública de hasta donde es capaz de llegar un Estado cuando considera que sus intereses pudieran verse afectados. De igual forma, la apreciación que muchos Gobiernos tienen de sus homólogos, dejó de ser un secreto para convertirse en una confesión descarnada que lejos de provocar la autocrítica, ha contribuido a incrementar la desconfianza de quienes en realidad nunca confiaron entre sí.
 
En estos momentos, adquiere mayor sentido la afirmación de que “el Mundo es cada vez más pequeño”. Ya no hay fronteras para el flujo de información; el manejo de las múltiples agendas debe hacerse de manera tal que no deje rastros que pongan en peligro la consecución de los grandes objetivos; de hecho, resulta casi imposible manejar documentación “clasificada”.
 
Nadie escapa del alcance de la tecnología ni de la posibilidad del escarnio público, Jefes de Estado, representantes de grandes corporaciones, jefes militares, artistas e inclusive el Papa en su condición de Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano han sido víctimas de excepción de quienes exigen transparencia con prácticas absolutamente oscuras.
 
De WikiLeaks, hemos pasado a la era VatiLeaks, haciendo referencia a la publicación de cartas y documentos en los que se compromete la ética y moral del Estado del Vaticano, la mayor Iglesia del mundo. El escándalo ha alcanzado tales proporciones que se llegó a especular con la posibilidad de la renuncia de Joseph Ratzinger. Los archivos revelados dan cuenta de sospechas de corrupción en las licitaciones inmobiliarias del Vaticano, manejos financieros irregulares en el Banco Vaticano e incluso de un supuesto y disparatado complot para asesinar a Benedicto XVI.
 
Algunos expertos e investigadores han afirmado que se trata de una guerra por poder entre dos facciones dentro del Vaticano, enfrentadas por diferencias en torno a la estrategia del Papa Benedicto XVI para sanear la imagen de la Iglesia, afectada por numerosos y escandalosos casos de pedofilia y corrupción, que lo llevaron a avanzar en pesquisas incómodas para algunos miembros de la Curia romana. Lo cierto es que tanto WikiLeaks como VatiLeaks, evidencian la vulnerabilidad del individuo y las corporaciones frente a los avances de la tecnología en materia de comunicaciones, así como la avaricia por el poder en sí mismo.
 
Finalmente, en estos tiempos de “exceso de información”, se hace absolutamente necesario “rehumanizar” a una sociedad global que seducida por la acumulación de poder en sí mismo, incurre en la ligereza de las generalizaciones y la negación de cuanto represente competencia o hegemonía de cualquier tipo.

martes, 29 de mayo de 2012

El Secuestro en América Latina

Prof. Giovanna De Michele

El secuestro del periodista francés Romeo Langlois en territorio colombiano, ha direccionado una vez más la atención internacional hacia América Latina de una manera absolutamente vergonzosa y humillante para la región.
 
Hasta hace pocos años atrás, Latinoamérica era objeto de estudios e investigaciones por la inmensa brecha entre ricos y pobres, reflejada en el mayor índice de Gini a nivel mundial; sin embargo, en la actualidad, se nos asocia también con otros indicadores como el de ser la región con mayor índice de secuestros a nivel mundial. De hecho, según un estudio presentado ante la VII Conferencia Subregional de Defensa en Chile, en agosto 2011, siete de cada diez secuestros que se producen en el mundo entero, tienen lugar en América Latina.
 
Para vergüenza de los latinoamericanos de bien y para orgullo de quienes han hecho del secuestro una industria; nuestra región se presenta internacionalmente como la cuna de lo que ha sido calificado como el “secuestro urbano”, el cual adquiere diversas denominaciones, según el país de que se trata. Por ejemplo: en México, Guatemala, El Salvador, Panamá, Venezuela y Argentina se le conoce como “secuestro express”; en Colombia, la misma modalidad lleva por nombre “paseo millonario”; en Perú, ha sido bautizado como “secuestro al paso” y en Brasil se le conoce como “secuestro relámpago”.
 
En todo caso, el “secuestro urbano” en cualquiera de sus acepciones, se refiere a la privación de la libertad de personas escogidas mayoritariamente al azar; siendo retenidos por períodos de tiempo que generalmente oscilan entre 2 horas y 2 días; tiempo éste que se utiliza para establecer contacto con los familiares o allegados de la víctima e iniciar un proceso de extorsión que puede resultar muy lucrativo para el (los) secuestrador(es).
 
No obstante, más allá de lo que el secuestro representa para la estabilidad emocional de una sociedad, sus efectos trascienden lo familiar y llegan a reflejarse inclusive en los indicadores socio-económicos de un país, afectando sus inversiones, el movimiento de capitales y los flujos migratorios entre otros renglones; pero también refleja la salud de su sistema judicial, la cohesión social, el respeto a la dignidad humana por parte del Estado y en muchos casos, la capacidad de gobernar de sus dirigentes.
 
Lamentablemente en América latina, a la modalidad del “secuestro urbano” en sus distintas manifestaciones se han sumado redes de delincuencia organizada y hampa común, por cuanto los costos y riesgos de esta práctica son sumamente bajos en comparación con su rentabilidad. La impunidad y hasta indiferencia frente al delito se evidencia en el carácter cotidiano que adquieren informaciones escalofriantes y aterradoras con las que se abren los noticieros en sus diferentes emisiones; a lo que hay que agregar la inexistencia de denuncia en muchos casos, como una de las características de la falta de credibilidad del ciudadano en sus órganos de seguridad y en la estructura del Estado.
 
Indiscutiblemente, tanto el “secuestro urbano” como el de larga duración constituyen violaciones a la dignidad humana, cuya recurrencia refleja una evidente limitación del Estado en el ejercicio de su soberanía en todo el territorio nacional. Un Estado soberano, no solo es aquel que tiene la potestad de organizarse política y administrativamente como mejor le convenga; o aquel que decide con quien y de que manera se relaciona a nivel internacional. Un Estado soberano, es básicamente aquel que es capaz de hacer cumplir las leyes de la República en todo su territorio nacional, garantizando a sus habitantes la seguridad y estabilidad necesarias para desarrollarse.
 
El nivel de crecimiento y desarrollo de un país es directamente proporcional al nivel de seguridad de sus habitantes. Refiriéndose el término seguridad tanto a la integridad física y mental, como a la seguridad jurídica de sus decisiones y emprendimientos. En la actualidad, la tríada democracia, seguridad y desarrollo, representa una realidad que trasciende fronteras, al tiempo consolidad Naciones y define posicionamientos estatales en un mundo cada vez más interdependiente y competitivo.

lunes, 28 de mayo de 2012

¿Fracasó la ONU?

Prof. Giovanna De Michele

En los últimos tiempos, la agudización de la crisis en Siria y el alarmante incremento del número de víctimas fatales, han provocado cuestionamientos cada vez más recurrentes a la efectividad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en su propósito de garantizar la paz y estabilidad internacionales, tal como reza el artículo 1 de la Carta de San Francisco, suscrita en junio de 1945.
 
De hecho, la exposición de motivos que sirve de preámbulo a la Carta de la Organización de Naciones Unidas, ha caído en el vacío arrastrando consigo a buena parte del articulado subsiguiente, demostrando entre otras cosas un desfase conceptual con las perturbaciones a la paz y la estabilidad internacionales de este siglo XXI, al señalar por ejemplo: “Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles,……..”
 
Lo anterior es una inequívoca alusión a las dos grandes guerras mundiales; lo cual resultaba muy pertinente y loable en el año 1945. No obstante, más de medio siglo después, vemos como el mundo se desangra por varios costados producto de conflictos que obligan a repensar los conceptos de guerra, paz y estabilidad. Inclusive, los Propósitos y Principios recogidos en el Capítulo I de la Carta se presentan limitados al referirse casi exclusivamente a la eventualidad de conflictos entre Estados, en menoscabo de las situaciones de violencia que derivan de enfrentamientos entre facciones de un mismo país.
 
Adicionalmente, la estructura de la Organización ha sido en la mayoría de los casos el principal obstáculo a su efectividad en materia de preservación de la paz y la estabilidad internacionales, por cuanto esa responsabilidad quedó delegada de forma exclusiva al Consejo de Seguridad, el cual según el artículo 23 de la Carta “se compone de quince miembros de las Naciones Unidas. La República de China, Francia, la Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas (hoy República Federal de Rusia), el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte y los Estados Unidos de América serán miembros permanentes……..”; quienes de acuerdo al art 27 gozan de lo que se conoce como la regla de la "unanimidad de las grandes potencias" o, como se dice a menudo, el poder de "veto".
 
Precisamente, la actitud y postura asumida por Rusia y China con relación a la situación en Siria ya se inscribe en la historia de las Naciones Unidas que exhibe centenares de acciones de veto, poniendo de relieve la supremacía de intereses particulares por encima de los propósitos de paz y estabilidad expuestos y repetidos poéticamente a lo largo de la Carta de la Organización.
 
Lo cierto es que desde la creación de las Naciones Unidas, en 1945, han perdido la vida más de 22 millones de personas en el mundo, entre otras razones debido precisamente a los vetos reiterados en el Consejo de Seguridad; por ello en 1993, el entonces Secretario General de la ONU, el egipcio Butros Butros Ghali, con el propósito de honrar la función primordial del Organismo, sin necesidad de esperar la actuación del Consejo de Seguridad, propuso robustecer la Diplomacia preventiva, concebida como el conjunto de medidas destinadas a evitar que surjan controversias entre dos o más partes y/o evitar que las controversias existentes se transformen en conflictos y/o que se extiendan.
 
En los últimos años, la ONU ha creado una valiosa red de sistemas de alerta temprana, particularmente en relación con las amenazas ambientales, el riesgo de accidentes nucleares, los movimientos masivos de la población, la amenaza del hambre generalizada y la propagación de enfermedades. En este sentido, las organizaciones regionales y subregionales también juegan un rol importantísimo en la misión de alerta temprana, por lo que se requiere que soliciten a la ONU su reconocimiento como misiones de observación.
 
Otro de los grandes retos a la paz y estabilidad internacionales, tiene que ver con las operaciones de paz en las zonas de crisis; las cuales se han establecido generalmente luego de estallado el conflicto, por lo que a nivel de Naciones Unidas se planteó la necesidad de elaborar planes para las circunstancias en que se justifique un despliegue preventivo, lo que puede hacerse en diversos casos y de diversos modos.
 
En este sentido, hay quienes defienden la tesis de que la disponibilidad de fuerzas armadas en situación de alerta podría servir, por sí misma, para disuadir posibles violaciones de la paz, ya que los agresores potenciales sabrían que el Consejo de Seguridad dispone de medios para reaccionar. Sin embargo, una vez más nos encontramos frente a los límites impuestos por el poder de veto de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad y la imposibilidad de tomar decisiones de este tenor en cualquier otra instancia dela Organización.
 
Sin lugar a dudas, se puede afirmar que el mantenimiento de la paz es un concepto y un propósito inventado por las Naciones Unidas; sin embargo, el complejo proceso de toma de decisiones a lo interno del organismo ha limitado la efectividad de tales operaciones. Es precisamente esta realidad lo que vulnera la efectividad de la ONU, como garante y defensor de la paz mundial; con el agravante de las simplificaciones o generalizaciones que conllevan a desconocer los importantes avances en otras áreas de su competencia.

jueves, 24 de mayo de 2012

Participación de COVRI en el Foro “Petróleo y Gas de Esquisto” en la Escuela de Estudios Internacionales-UCV

 
 
El pasado miércoles 23 de mayo el Dr. Kenneth Ramírez y el Prof. Angel Castillo Siri participaron junto al economista y experto petrolero Prof. Rafael Quiroz en el Foro “Petróleo y Gas de Esquisto: ¿nuevo etanol?”, organizado por el Observatorio Energético de la Escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela.
 
En el marco del citado evento, el Dr. Ramírez dictó una ponencia sobre las implicaciones del petróleo de esquistos para Venezuela. En este sentido, señaló que a nivel mundial se estiman que las reservas recuperables de este recurso petrolero no convencional se ubican en 60 MMMBls, siendo EEUU el país que cuenta con las mayores reservas conocidas. Asimismo, señaló que los costos de producción varían -según la provincia petrolera a considerar- entre 50 y 90 $/Bl, con casos excepcionales en EEUU donde los costos han logrado disminuirse hasta niveles de 35-50 $/Bl (algunos proyectos en California y Bakken) gracias al desarrollo de la tecnología de fracturamiento hidraúlico.
 
Además, agregó que las proyecciones de producción de petróleo de esquistos varían según las agencias, desde las más optimistas como Wood Mackenzie que estima una producción de 2,5 MMBD para 2020, hasta las más pesimistas como la OPEP que la ubica entre 0,45 y 0,9 MMBD para la misma fecha. En consecuencia, el impacto sobre la oferta disponible para los países de la OPEP (call on OPEP) en general y el “Plan Siembra Petrolera” de PDVSA en particular, puede ser desde moderado hasta severo, teniendo en cuenta las proyecciones de demanda petrolera a 2020. Por tanto, recomendó a los técnicos del Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Minería y de PDVSA continuar monitoreando los desarrollos de este recurso petrolero no convencional y las políticas que siguen al respecto los principales actores, así como realizar estudios en colaboración con los expertos de las universidades, institutos de investigación y think tanks nacionales. En alusión a este último punto, colocó a la disposición la plataforma de COVRI.

miércoles, 9 de mayo de 2012

El espíritu de la Declaración Schuman y la integración latinoamericana

Prof. Angel Castillo Siri

Desde 1985 se conmemora oficialmente el 9 de mayo como el Día de Europa, para recordar la en ese día del año 1950, el Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Robert Schuman, ofreció un discurso en donde proponía que Alemania y Francia estableciesen una organización abierta a otros países europeos para controlar el conjunto de la producción de carbón y de acero por medio de una Alta Autoridad común. La intención era controlar la producción de estos insumos esenciales para la fabricación de armamentos de modo que no se permitiese una carrera armamentista como las que degeneraron en las dos guerras mundiales del siglo XX, re direccionando dicha producción hacia el crecimiento económico sostenido y sentando las bases para una federación europea.
 
La Declaración Schuman permitió iniciar el largo proceso de construcción de la Unión Europea y concretar la visión de Aristide Briand, quien 20 años antes buscó establecer una unión federal europea como mejor garantía a la paz de la región. La intención era resolver el problema de seguridad de Francia a través de la cooperación económica con su industrializado vecino, el cual lo invadió dos veces en 50 años y propiciar también la cooperación política en el continente. En la era de Monnet y Schuman, con una Alemania dividida y la amenaza de una mayor expansión soviética, el proyecto empezó a concretarse en etapas sucesivas.
 
La crisis de deuda que vive actualmente gran parte de la Unión Europea es otro reto más en este largo proceso que no ha estado exento de fallas, cuestionamientos, incertidumbre e incluso retrocesos. Cuando el parlamento francés rechazó en 1954 la creación de la Comunidad Europea de Defensa afectó el alcance de la integración desde el inicio, y no fue hasta 1999 que la UE tuviese formalmente una política común en materia de seguridad y defensa hasta 1999; la aprobación del Tratado de Maastricht de 1992 fue rechazada por referendo en Dinamarca, y en Francia apenas fue aprobado en un referéndum similar, indicando que las poblaciones de los países europeos no apoyaban plenamente el proceso de integración hacia el Área Monetaria Europea; las crisis cambiarias de 1992 y 1993 forzaron a la ampliación temprana de la banda de flotación de las monedas europeas respecto a la unidad de cuenta europea (ECU) de 2,25% a 15%, generando dudas sobre la viabilidad del proyecto de moneda común planteado en Maastricht solo un año antes; y el rechazo de Francia y Holanda, vía referéndum, a la Constitución Europea en 2005, volvieron a demostrar que la visión de una Europa federada aún no cala en el ciudadano común y que sus preferencias agregadas apuntan más bien a sentimientos de identificación nacionales/locales.
 
La superación de estas dificultades nace de la comprensión, al menos desde la perspectiva de los líderes europeos, de que es esencial mantener y reforzar la cooperación en la Unión Europea. Es un lineamiento base de política exterior de cada país, conscientes de su interdependencia y de la necesidad de generar regímenes para interrelacionarse y que acepten cierto grado de supranacionalidad. Esto los lleva constantemente a negociar y buscar alternativas en el marco del mismo proyecto, el cual ha ampliado su número de miembros hasta llegar a los 27 países actuales.
 
Si observamos la integración latinoamericana, proceso paralelo al europeo, se adopta un enfoque diferente: la multiplicación de los acuerdos y la evasión de compromisos; la segregación y la falta de profundidad. En los últimos años hablar de integración en la región es hablar de UNASUR y CELAC, teniendo proyectos de largo plazo como ALADI, CAN y MERCOSUR. Mientras Grecia se divide entre permanecer o salir del euro luego de 2 años de recesión y la aplicación de duras medidas de austeridad, como se evidenció en las elecciones parlamentarias del pasado domingo, y Hollande, aunque revisionista del Pacto Fiscal, quiere mantener a Francia en el euro, Venezuela sale de la CAN por un tratado de libre comercio bilateral, cuya negociación aprobó mediante la aceptación de la Decisión 598 de 2004 y que no implica para el país compromisos como los estipulados en los criterios de convergencia de la Zona Euro, es decir, compromisos que establezcan metas para la política económica en general. Ningún acuerdo de integración latinoamericano ha llegado a ser tan ambicioso y a establecer reglas en tantos aspectos.
 
Si bien la realidad latinoamericana posee sus propias características y dinámicas que evidentemente requieren de un modelo de integración ajustado a sus circunstancias, esta inconsistencia recurrente permite prever que será más factible una estabilización de la crisis europea actual que el inicio con pie firme de un proyecto de integración sólido en la región.

lunes, 7 de mayo de 2012

Reconsiderar la salida de Venezuela de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)

Dr. Kenneth Ramírez

El pasado 30 de abril, el Presidente Chávez, pidió instalar el Consejo de Estado para que proporcione los argumentos que avalen la retirada de Venezuela “de la tristemente célebre Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, al considerar que es “un mecanismo que usa Estados Unidos” contra el país.
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Consideraciones Jurídicas:
 
Lo primero que es necesario señalar es que retirarse de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), uno de los órganos principales de la Organización de Estados Americanos (OEA) creado formalmente para promover y proteger la observancia de los derechos humanos en el Hemisferio, no es asunto fácil ni jurídica ni políticamente, y que deben evaluarse racionalmente los costos y beneficios que tal decisión supone para Venezuela.
 
La CIDH aunque se creó en 1959, es parte tanto del derecho internacional convencional americano como del sistema interamericano de protección de Derechos Humanos, porque fue incorporada en la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA) firmada en 1948 a través del Protocolo de Buenos Aires de 1967, y en la Convención Americana de DDHH de 1969 que terminó por reforzar su rol y las funciones.
 
A partir de entonces la CIDH desempeña un doble papel: a) cómo órgano de consulta previsto en la Carta de la OEA para vigilar el cumplimiento e impulsar la defensa de los derechos humanos de conformidad a la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre en los países que no han ratificado la Convención Americana de DDHH; b) cómo órgano de supervisión del cumplimiento de las disposiciones de la mencionada Convención en los Estados parte de la misma.
 
Lo anterior supone que las discusiones que se han venido dando en el entorno del Ejecutivo Nacional sobre nuestro eventual retiro de la CIDH han simplificado en extremo la cuestión. Algunos voceros han señalado que podemos retirarnos de la CIDH mediante la denuncia de la Convención Americana de DDHH, recurriendo a su artículo 78 que establece tal posibilidad. No obstante, tal como ya hemos dejado entrever, este acto sólo tendría el efecto de retirarnos del sistema interamericano de protección de derechos humanos –y por tanto, del ente jurisdiccional de este sistema que es la Corte Interamericana de Derechos Humanos- pero no de la CIDH como ha anunciado públicamente el Ejecutivo Nacional, ya que debe tenerse en cuenta que esta última también tiene base jurídica tanto en el artículo 53 literal e, así como en el artículo 106 y 145 de la Carta de la OEA. Ya que la mencionada Carta como otros tratados interamericanos no admite divisibilidad de sus disposiciones -como se desprende no sólo del silencio de la Carta de la OEA al respecto, sino de la jurisprudencia de la Corte Interamericana cuando el gobierno de Alberto Fujimori quiso retirar el sometimiento de Perú de su jurisdicción-, es decir, que no sería aceptado una denuncia parcial de su articulado conforme a lo previsto por el artículo 44 de la Convención de Viena sobre Tratados de 1969 –de la que por cierto no forma parte Venezuela y es posterior a la Carta de la OEA-; la única forma de retirar a Venezuela de la CIDH sería retirarla de toda la OEA.
 
Por tanto, intentar retirarnos de la CIDH supondría una medida que nos aislaría del sistema interamericano y tendría altos costos de legitimidad al estarse dando la imagen negativa a nivel internacional de un Estado que no desea respetar los derechos humanos y por tanto no desea ningún tipo de mecanismo de supervisión, exponiéndonos a señalamientos y la posibilidad de futuras sanciones morales en el marco del sistema interamericano –la CIDH hoy por hoy emite juicios sobre Estados que no son parte de la OEA como Cuba- sin la posibilidad de expresar nuestros puntos de vista.
 
Asimismo, cabe destacar, que la alternativa propuesta por la Cancillería venezolana no es suficientemente plausible. Crear una institucionalidad de protección de derechos humanos alternativa en la CELAC y/o UNASUR requiere tiempo para negociarse, implementarse y demostrar su eficiencia para ganar credibilidad a nivel internacional. Esto demuestra además que la decisión no fue madurada suficientemente, sino que ha sido tomada de manera impulsiva e improvisada, porque en las propuestas de trabajo del Secretario General entrante de UNASUR, Alí Rodríguez Araque, no se ha incorporado -al menos hasta que se planteó la retirada de Venezuela de la CIDH- la creación de un Consejo Suramericano de DDHH; ni tampoco impulsamos ni previmos la creación de un consejo latinoamericano en esta materia en la Declaración y Plan de Acción de Caracas o en el Estatuto de Procedimientos de la CELAC, documentos aprobados en la I Cumbre de la CELAC celebrada en Caracas el 2 y 3 de diciembre de 2011.
 
Por otra parte, aunque la denuncia de un tratado es facultad del Ejecutivo Nacional como quedó demostrado en el proceso de denuncia de la Comunidad Andina de Naciones, al encontrarnos en el caso que estamos discutiendo ante un tratado de DDHH que tiene rango constitucional de conformidad al artículo 23 de nuestra Carta Magna, sería necesario activar los mecanismos de reforma de este texto previstos en el artículos 341 de la misma. Es decir, sería necesaria la aprobación por la mayoría de los miembros de la Asamblea Nacional o consultar a los venezolanos en referéndum para enmendar el bloque constitucional en materia de derechos humanos, cuestión que en su momento fue utilizada por el Ejecutivo Nacional ante los venezolanos y ante el Mundo para enfatizar lo avanzada de la Constitución de 1999 al respecto. Esto supone también un esfuerzo político en plena campaña electoral que provocará la politización de una decisión de Estado, que requeriría un análisis sosegado y un gran pacto entre las principales fuerzas políticas.
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Consideraciones Políticas:
 
En otro orden de ideas, a nivel político se ha señalado que retirarnos de la CIDH fortalecerá nuestra soberanía y debilitaría la hegemonía de EEUU. Sobre esto hay que subrayar que se defiende mucho mejor la soberanía participando en el proceso de reforma de la CIDH que fue aceptado por el Consejo Permanente el pasado mes de enero, a partir del informe del Grupo de Trabajo Especial de Reflexión sobre el Funcionamiento de la Comisión Interamericana, de 13 de diciembre de 2011, liderado por los representantes de Brasil, Bolivia, Ecuador, México y Perú.
 
Dicho informe recoge cuatro recomendaciones concretas que son muy cercanas a los planteamientos realizados desde diversos países latinoamericanos en los últimos años, y entre ellos Venezuela, a saber: 1) Reflexionar sobre la eficacia del Capítulo IV del Informe Anual de la CIDH en la promoción de los derechos humanos en el hemisferio; 2) Revisar los criterios, metodología y procedimiento para la elaboración del Capítulo IV, incluyendo el uso de fuentes públicas y privadas; 3) Ampliar el espectro del Capítulo IV del Informe Anual de la CIDH para que se analice de manera objetiva e integral la situación de los derechos humanos en todos los Estados de la región, independientemente de que sean estados parte o no de los instrumentos interamericanos de derechos humanos; 4) Considerar en la elaboración del Capítulo IV no solo derechos civiles y políticos, sino también los derechos económicos, sociales y culturales.
 
Lo prudente y racionalmente conveniente para los intereses nacionales de Venezuela, es que a partir de estas recomendaciones, nuestra Cancillería impulse la transformación de la CIDH en un Consejo Interamericano de DDHH, es decir, un proceso de reforma similar a lo que ocurrió en la ONU en 2006. La soberanía puede y debe defenderse a través de la participación intensa en este proceso de reforma y en el día a día de las instituciones hemisféricas. Venezuela cuenta con votos suficientes a través del sistema de alianzas que se ha venido construyendo para hacer escuchar sus posturas. Resulta preferible participar hasta lograr un entrampamiento del hegemón con reglas claras que permitan tener certidumbre sobre su comportamiento, que minar la institucionalidad que lo contiene. Costó mucho hacer que EEUU jugara dentro del sistema interamericano, minarlo no supone debilitar su hegemonía en el Hemisferio Occidental, sino hacer que vuelva a jugar al unilateralismo y a soslayar la vía multilateral. No debemos perder las perspectivas. Si nuestros márgenes de acción autonómica han aumentado en los últimos años, esto se debe a nuestro rol como potencia petrolera en un contexto de precios altos del petróleo así como a la negligencia de EEUU hacia América Latina debido a los años de “Guerra contra el Terrorismo” y la gestión de la Administración Obama de la pesada herencia de los años de George W. Bush. Por tanto, aún asumiendo los costos y riesgos de aislarnos del sistema interamericano, esto no va a cambiar la realidad de poder: EEUU seguirá siendo por muchos años la potencia dominante de las Américas. Este es un elemento clave con el cual tendremos que coexistir y que nuestra política exterior debe saber gestionar en el futuro previsible para obtener mayores márgenes de autonomía al menor costo posible. Creer que denunciar tratados y salirnos de las instituciones regionales cambiará la configuración de fuerzas, es una creencia quijotesca propia de una visión ideológicamente sesgada y temeraria.
 
Adicionalmente, retirarnos de la CIDH podría resultar contraproducente para la política de integración regional trazada por el Presidente Chávez, ya que ofrecería más argumentos a la oposición paraguaya para seguir bloqueando el ingreso de Venezuela al MERCOSUR, a lo cual se ha estado aspirando desde 2006.
Finalmente, es necesario decir que la salida de Venezuela de la CIDH de manera improvisada, nos crearía la necesidad urgente de la aquiescencia de Brasil como potencia emergente para construir la institucionalidad alternativa que se ha planteado, es decir, esto nos haría depender de sus intereses y estrategias de negociación. En la última década, hemos estado ensimismados debido a nuestra conflictividad política interna, y no hemos prestado suficiente atención al ascenso de Brasil y lo que esto supone para nuestros intereses nacionales.
 
Brasilia ha venido impulsando la creación de una esfera de influencia en América del Sur en particular y América Latina en general, sorteando hasta ahora exitosamente una confrontación directa con EEUU, para lo cual ha asumido hábilmente un rol de mediador en el conflicto político-ideológico que Venezuela ha abierto con EEUU. Así Brasilia ha evitado ser percibida por Washington como rival y ha logrado posicionarse como Estado indispensable para dialogar con todas las partes y marcar los destinos de la región. Ergo, nuestra acción para debilitar el sistema interamericano representa una nueva oportunidad de avance en la estrategia de ascenso de Brasil que debemos incorporar en nuestros cálculos estratégicos. Recordemos que ya el petróleo no es una carta que nos permita tener poder sobre Brasil desde que encontraron los yacimientos en las áreas pre-sal a finales de 2007. Es decir, debemos preguntarnos si no estamos fortaleciendo indirectamente a esta potencia que viene creciendo en nuestro flanco sur y haciéndonos día a día más dependiente de sus decisiones. Defender la soberanía requiere tener en cuenta todas estas consideraciones, ya que el amigo de hoy puede ser el enemigo de mañana, y viceversa.
 
En consecuencia, resulta perentorio que el Consejo de Estado llame a los expertos en Relaciones Internacionales de las distintas tendencias para escuchar sus opiniones con el propósito de reconsiderar la decisión que se ha tomado desde todos los ángulos y con una perspectiva que busque favorecer nuestros intereses nacionales, no intereses de grupos políticos ni veleidades ideológicas. Así el Consejo de Estado podrá defender mejor la soberanía nacional haciendo un gran servicio al país.

martes, 1 de mayo de 2012

Recaída a dos niveles: La nueva recesión europea y la fortaleza de Alemania

Prof. Angel Castillo Siri


Los temores de que Europa cayera en una double-dip recession parecen empezar a materializarse con el anuncio de que España decreció 0,3% en el primer trimestre de 2012, siendo el segundo trimestre de caída y entrando oficialmente en recesión. Se teme que otros países de la Eurozona como Holanda e Italia tengan un desempeño similar pues ya en el cuarto trimestre de 2011 su PIB se redujo en 0,2% y 0,4% respectivamente. Sumado a Portugal, Grecia, Eslovenia y Chipre, que ya están en recesión, podríamos tener a 7 países con decrecimiento económico de los 17 que conforman la Eurozona.
 
¿Cuáles son las implicaciones para la Eurozona? La recesión observada en 2009 fue mucho más dramática, ya que ninguno de los 17 integrantes de la Eurozona escapó a la recesión. Incluso Alemania tuvo una caída de 5,1%. Los gobiernos europeos apostaron a elevar el gasto público de un 47% del PIB a un 51% entre 2008 y 2009, y a endeudarse para evitar una recesión profunda, lo cual deterioró el déficit fiscal que pasó de -2,1% en 2008 a -6,4% en 2009. La deuda de la Zona Euro pasó a representar el 79,9% del PIB en 2009, casi 10 puntos porcentuales más que el año anterior.
 
Si consideramos el peso económico de los países en recesión o a punto de entrar en ella, debemos recordar que 5 de los 17 países representan el 83% de la economía de la Eurozona. Estos países son Alemania (27%), Francia (21,1%), Italia (17%), España (11,5%) y Holanda (6,4%). Los 3 últimos se ven afectados por el actual decrecimiento, lo cual genera mayor preocupación en los mercados financieros. Por ejemplo, España ha sufrido una salida de capitales de 128.000 millones de EUR en el último año, debido a la venta de títulos públicos por parte de inversionistas tanto nacionales como extranjeros. Esto implica un enorme problema de financiamiento para el país, cuya deuda pasó de 436.984 millones de EUR en 2008 (40,2% del PIB) a 734.961 millones en 2011 (68,5% del PIB). La calificación de sus títulos valores públicos fue reducida por Standard & Poor’s desde A a BBB+ el pasado 26 de abril siguiendo este deterioro financiero.
 
Una recesión en estos países similar en términos porcentuales a la de 2009 (-4,3% para la Eurozona) podría ser un duro golpe para la estabilidad del proyecto de la moneda común. El éxito de los planes de austeridad aplicados en los PIGS+N es reducir el déficit fiscal pero minimizando la recesión. La economía griega cayó 6,9% en 2011, pero la de Portugal solo se redujo en 1,6%. Ya no existe capacidad financiera para que los gobiernos dupliquen el déficit fiscal, emitan más deuda y posterguen los ajustes necesarios en sus economías.
 
En caso de una recesión pronunciada, nuevamente será Alemania quien decidirá si mantiene el proyecto del Euro a flote. En 2011 logró reducir del déficit fiscal de -4,3% a solo -1% (el monto cayó de -105.860 millones de EUR a solo -25.800 millones en un año), así como la deuda pública de un 83% a un 81,2% del PIB. Francia, por su parte, mantiene un déficit fiscal de -5,2% y una deuda de 85,2% (esa es la base de partida para el programa de gastos de Hollande). Solo Alemania tendría la sostenibilidad financiera para reforzar su crecimiento a través del gasto público, no Francia, y estimular importaciones desde la Eurozona para revitalizar sus economías e incluso financiar nuevos préstamos a países en crisis. Y dado que las próximas elecciones federales en Alemania se realizaran en septiembre de 2013, el gobierno de Merkel podría contar con tiempo para actuar más agresivamente en rescatar al Euro.

martes, 24 de abril de 2012

Austeridad vs. Expansión: Hollande y la fragilidad del Euro

Prof. Angel Castillo Siri
 
La primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, celebradas el pasado domingo 21 de abril, mostró el desgaste político de Nicolás Sarkozy, quien obtuvo 27,1% de los votos frente al 28,6% de François Hollande, luego de 3 años de crisis en Europa. Posiblemente los resultados de las elecciones puedan vincularse con la magnitud de la crisis en sus respectivos países: en España, con un desempleo del 20%, Zapatero fue claramente derrotado por Rajoy quien inmediatamente empezó a materializar la austeridad para evitar caer en el abismo de la deuda; en Francia, que resistió bastante bien la crisis en términos de desempleo aunque elevó sustancialmente su nivel de deuda al pasar de 65% del PIB en2008 a85% en 2011, los resultados son mucho más cerrados. No parece que exista preferencia por una ideología en particular, sino que por el contrario, se aplica el voto castigo y se demuestra el desencanto con la gestión.
 
Francia aun no ha aplicado ajustes que se asemejen a los programas de Grecia, Italia o España. Aun puede darse el lujo de no hacerlo. Sarkozy ha tratado de mantener una economía que al menos crezca (1,5% en 2010 y 1,7% en 2011) y que apuesta a una Zona Euro recuperada, siendo esencial su cooperación conla Canciller AngelaMerkel tanto en los planes de rescate de para Grecia como en la negociación del Pacto Fiscal dela UE. Lasegunda economía dela UEtampoco puede permitir que su sistema financiero sufra con un default griego, pues la tenencia de bonos de este país ha contaminado a los principales bancos franceses (PNB Paribas, Crédit Agricole, Société Générale) cuya calificación crediticia fue reducida el año pasado, causando temores de una nueva crisis financiera en Europa que desencadenara una nueva recesión. Debe conseguir tiempo para que sus bancos saneen sus activos.
 
Hollande está capitalizando el efecto demostración de las políticas de austeridad aplicadas enla UEen cuanto a recortes sociales y pérdida de beneficios laborales proponiendo la fórmula opuesta: incrementar para 2017 el gasto público en 20.000 de Euros, crear 60.000 puestos de enseñanza y 150.000 trabajos subsidiados para los jóvenes. Su lógica recuerda al multiplicador keynesiano. El Estado impulsará a la economía, generará crecimiento y con ello logrará aumentar la recaudación, reduciendo el déficit fiscal a través de una expansión a largo plazo.
 
El problema radica en que la estabilidad el Euro es un asunto de corto plazo. El disenso entre la visión francesa, centrado en lo local y en lapsos de tiempo más cortos, y la alemana, que busca una Europa unida para enfrentar los cambios geopolíticos por venir, puede debilitar aun mas la confianza en la moneda única, sobre todo cuando Hollande propone en este campo renegociar el Pacto Fiscal acordado en enero pasado. De allí el abierto apoyo de Merkel a Sarkozy durante este proceso electoral.
 
La gran incógnita durante un eventual gobierno de Hollande es que la eficiencia y efectividad del gasto que fundamenta su propuesta de gobierno tendrá que ser muy elevada para lograr los objetivos propuestos. El efecto multiplicador deseado puede ser significativo en los primeros años, pero será difícil de mantener hasta 2017, lo que avizoraría una Francia con bajo crecimiento y alta deuda luego de una recuperación inicial. Esto prolongaría los problemas del Euro más allá del umbral de 2013 fijado como año meta para la estabilización.
 
Falta ver si Hollande gana la segunda vuelta y si, una vez en la Presidencia, se demuestra que su discurso era exagerado por las necesidades del momento electoral. A semejanza de Lula en 2003, la dinámica de la política interna y de la presión externa haría prever un gobierno más moderado del que se propone para impactar a los votantes.