Embajador
(r) Julio César Pineda
La
bandera negra del Ejército del Levante del Califato de Irak y de Siria ya está
ahora en los edificios de la ciudad de Kobane; es el mayor acercamiento de los
terroristas de ISIS a Turquía en la frontera con Siria. Ni el ejército iraquí
ni el sirio han podido frenar el avance de ISIS a pesar de la fuerte
resistencia de los kurdos. Se espera que el ejército turco pueda intervenir
frente a ISIS, pero esto plantea también la implicación de toda la OTAN; ya que
el Parlamento turco aprobó la intervención militar tanto en territorio sirio
como en el territorio iraquí.
Turquía
El
artículo 5 del Tratado de la OTAN establece la solidaridad y la respuesta común
frente a un ataque dirigido contra uno de sus miembros, Turquía es parte de la
OTAN desde 1952. Para Turquía es una situación difícil, tanto por la ruptura
comercial con Irak como por el número de refugiados sirios e iraquíes que huyen
de la guerra. Además de la difícil situación con la población kurda que siempre
ha reclamado la independencia y un Estado soberano con sus 35 millones de
kurdos (Atlas 2010 de Armand Colin) repartidos entre Siria, Turquía, Irán e Irak.
Variable religiosa
En
el Medio Oriente la variable religiosa y petrolera y el interés estratégico de
todas las potencias, en particular los cinco miembros del Consejo de Seguridad,
complica cualquier situación de conflicto por la regionalización y la
internacionalización del mismo. Es lo que está pasando con el Ejército del
Levante y su proyecto del nuevo Califato.
El
Califato ha logrado unir al mundo árabe y persa contra él, pero también a todo
el Occidente, como se pudo observar en la reunión de París el pasado 15 de
septiembre con el acuerdo militar de 30 países para combatir al ISIS. En la
reciente Asamblea General de las Naciones Unidas, el voto condenatorio a ISIS
fue total, por eso la aceptación de los bombardeos norteamericanos y europeos y
la ayuda militar occidental y del mundo árabe para terminar esta radicalización
del islam que supera el terrorismo de Al Qaeda, pero que igualmente se originó
en las escuelas coránicas (madrazas) y con el fanatismo de estudiantes del
Corán (talibanes).
Nuevamente,
el Medio Oriente es el centro de la atención mundial. Más allá de la población
árabe y sus centros de referencia, Egipto y Arabia Saudita, están otros actores
de primera importancia como son los persas y su extensión en la versión chiíta
del Islam y la nueva Turquía con su paradigma democrático y plural. Pronto un
actor importante también podría ser el nuevo Estado kurdo que le quitara territorialidad
a Turquía, Irak, Irán y Siria. Las fronteras impuestas por los europeos los
condenaron a quedarse como pueblos sin patria.
Hoy
con la actitud de los kurdos, iraquíes y sirios en contra del Califato que
busca imponer ISIS, les abre a ellos esa posibilidad más allá de las
experiencias de la autonomía que han tenido, hacia su plena soberanía.
En
Irak y en Siria se juega así el destino del Medio Oriente con el peligro que
representan los hombres del Daesh, el acrónimo árabe del Estado islámico. Estos
locos de la divinidad han cometido los peores crímenes religiosos,
especialmente contra los cristianos de la región, pero también contra los
chiítas y los sunitas moderados. El ejército iraquí ha sido incapaz de
frenarlos. El avance de los fundamentalistas se ha complicado por la
participación de la comunidad internacional.
Frenar los califas
En
estos momentos todos los grandes actores islámicos de la región, árabes,
persas, turcos y kurdos, a pesar de las diferencias y confrontaciones, centran
su interés en frenar a los califas, incluso se habla de un acercamiento entre
Irán y Estados Unidos. Todos temen a la llamada Constitución de los bárbaros y
a la proclamación definitiva de los Califatos en Bagdad y en Damasco.
En relación a los kurdos, con la caída del Imperio Otomano fueron condenados a no tener patria ni Estado.
En relación a los kurdos, con la caída del Imperio Otomano fueron condenados a no tener patria ni Estado.
Como
el pueblo judío que logró su Estado en 1948, y los palestinos que esperan
proclamarlo pronto, la nación kurda reclama el reconocimiento de su identidad y
su unidad como Estado independiente.
Los
kurdos disfrutaron de la existencia limitada de un Estado con la llamada
República de Mahabad, durante la Segunda Guerra Mundial, pero solo fue vigente
por 10 meses. Dicha república fue abolida en 1946 y sus dirigentes fueron eliminados.
El
Kurdistán iraquí es modelo en la autonomía para los kurdos en toda la región,
pero ahora después del Califato aspiran a la independencia y soberanía plena.
El
pueblo kurdo ha hecho suya la enseñanza de que caminando solo se va rápido,
pero que caminando juntos se va lejos.
Publicado
originalmente en El Universal
@jcpinedap
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