jueves, 5 de mayo de 2016

Venezuela y la Carta Democrática Interamericana


Embajador  (r) J. Gerson Revanales

La Señora Ministro del “MINPOPORE” -en lo cual la Cancillería venezolana se convirtió con la “Revolución Bolivariana”-, en declaraciones ofrecidas a la prensa durante la entrega de un documento realizado por representantes del Gran Polo Patriótico en contra de la “intervención de la derecha en el país”, en su lenguaje característico descalificó la posibilidad de invocar la Carta Democrática Interamericana, al afirmar que “No es posible su activación en el país, además de la ignorancia que significa esta solicitud, lo único que quiere la derecha es la intervención de Venezuela”. Por su destemplanza, a continuación nos permitiremos analizar dichas declaraciones.

Las consideraciones de la Señora Ministro sobre la Carta Democrática Interamericana aderezadas con las interpretaciones sesgadas de una izquierda fracasada en la URSS, China y Cuba, revelan su desconocimiento de cuál fue el espíritu de los Jefes de Estado y Gobierno incluido el difunto Hugo Chávez, quienes en la III Cumbre de las Américas en Quebec aprobaron la Cláusula Democrática –el 20 de abril de 2001- e inmediatamente la Carta en Lima -el 11 de septiembre de 2001. El propósito y espíritu era claro: ante el fantasma de movimientos golpistas como el del 4F, los Jefes de Estado y Gobierno intentaron bloquear futuras aventuras.

La Señora Ministro afirma que no es posible su activación: le recuerdo que la Carta se activo en el 2002 cuando el Secretario General de la OEA se instaló en Venezuela por casi un año para conducir el denominado “Proceso de Paz”. A partir de esté proceso, resultaron las Resoluciones 821 y 833  del Consejo Permanente de 2002; una Declaración de Principios por la Paz y la Democracia, y otra contra la Violencia y por la Paz; además de un compromiso para un Acuerdo sobre Desarme y la olvidada “Comisión de la Verdad”. En consecuencia, Señora Ministro usted dirá, si siendo los mismos actores y el mismo problema, no es posible la reactivación de la Carta.

Continúa la Señora Ministro en su lenguaje descalificativo señalando como de “ignorancia” la dicha solicitud. Al respecto, sería bueno que leyera el artículo 20 de la Carta y al tiempo le diga al país, que no existen alteraciones del orden constitucional que afectan gravemente el orden democrático como es la parcialización del Tribunal Supremo de Justicia y los poderes públicos.

Por último, la misma cantaleta desde el deslave en el 1999 anunciando una intervención. Los únicos que han invadido al país con la anuencia de algunos que están en el gobierno, fue Cuba en los 60 y posteriormente la guerrilla colombiana: Señora Ministro no escupa para arriba.

@grevanales

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