jueves, 9 de junio de 2016

Brexit: en la recta final


Lic. Victor Hugo Matos

Nos encontramos a pocos días del dramático final del llamado “Brexit” (abreviatura de British exit, “salida británica”), el referéndum que podría marcar la salida o no de Reino Unido de la Unión Europea; un potencial desastre que ha proyectado una larga sombra en la estructura de la Unión y la Eurozona;  toda vez que un resultado a favor de la desconexión empezaría un largo proceso de renegociación de tratados y readaptación a un nuevo marco de relaciones comerciales, el cual puede ser costoso y letal para una renqueante Unión Europea.

En este sentido, un estudio del centro de pensamiento (think tank) Open Europe calculaba que en un escenario negativo donde se produzca el Brexit y no se puedan establecer acuerdos comerciales que sustituyan a los actuales, se daría una caída permanente del PIB en un 2,2 %;  mientras que si se llegarán a firmar dichos acuerdos este apenas llegaría a un crecimiento del 0,8%, muy por debajo  de la tasa actual de crecimiento. Estos datos coinciden en parte con las advertencias del Banco de Inglaterra, cuyo Gobernador Mark Carney advirtió que podría generarse una recesión técnica, en conjunto a un aumento de la inflación y una devaluación drástica de la libra esterlina.

En el frente europeo, los analistas económicos coinciden con el análisis de la calificadora de riesgo S&P, que indica que el Brexit junto a la situación griega y las elecciones españolas abren la posibilidad de una crisis en la Eurozona en el segundo semestre del 2016.

Esta cascada de datos y declaraciones, que la plataforma pro-Brexit, Leave, encabezado por políticos como el Torie Boris Johnson, ha catalogado de exagerados y apocalípticos, han sido clave para la campaña Stay que lidera el Primer Ministro británico, David Cameron, ya que le ha permito a su plataforma mantener una ligera ventaja que podría resultar clave (51-49 % a favor de Stay según el Daily Telegraph).

Después de las pasada elecciones generales, cualquier político hubiera querido estar en los zapatos de David Cameron, con una mayoría absoluta que le otorgaba flexibilidad en la ejecución de políticas públicas y una oposición laborista debilitada por el incongruente liderazgo de Jeremy Corbyn,  que ha visto como se perdían curules y ayuntamientos clave en Escocia -mejor resultado histórico de los conservadores- e Inglaterra. No obstante,  el premier británico se encuentra ahora frente a una rebelión abierta dentro Partido Conservador, que ha terminado por partirse en dos; convirtiendo estas elecciones en un punto clave para la identidad política de los conservadores británicos.

De obtener una victoria en el referéndum, Cameron podría beneficiarse de un momentun político que le permitiría pacificar los focos de rebelión dentro del partido,  además de asegurar su superioridad electoral sobre el laborismo.

Queda claro entonces que la cita electoral del 23 de junio será una fecha importante para el Reino Unido, ya que el resultado final marcará el camino para el futuro económico y político de la sociedad británica, además de ser un punto de inflexión para diversas figuras de la política británica,  que han visto ligadas las raison d'être de sus carreras políticas al resultado de este referéndum, como es el caso de Boris Johnson, o Nigel Farage. Lo único predecible es que, sea cual sea el resultado, este referéndum será una llamada de atención importante para el liderazgo europeo y podría fácilmente favorecer una “liberalización” de la mastodóntica burocracia europea.

@Victor_HMH

No hay comentarios:

Publicar un comentario