Embajador (r) Julio César Pineda
La
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de la ONU,
fue aprobada el 9 de mayo de 1992 en Nueva York, con la finalidad de reducir la
concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera para evitar el
calentamiento global promoviendo un desarrollo económico sustentable. En la
Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro del 3 al 14 de junio de 1992 con la
presencia de 172 gobiernos y más de 100 Jefes de Estado, se definió el plan de
acción mundial para promover este desarrollo sostenible con la adopción de
principios y normas de la nueva ecología política, allí se abrió la firma, el
instrumento jurídico sobre el cambio climático. Esto condujo a la aprobación
del Protocolo de Kyoto que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis
gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global: dióxido de
carbono (CO2), gas metano y óxido nitroso, además de tres gases industriales
fluorados, en un porcentaje aproximado de al menos un 5%, dentro del período
que iba de 2008 a 2012, en comparación a las emisiones en 1990.
Cada
año se ha venido reuniendo este órgano supremo que busca comprometer y obligar
a los Estados a compromisos firmes en la reducción de la contaminación del
planeta. América Latina ha sido sede de este organismo dos veces en Buenos
Aires, una vez en Cancún y ahora en Lima. El Ex-Vicepresidente de EEUU, Al
Gore, obtuvo el Premio Nobel de la Paz y también un Oscar con su largometraje “Una
verdad incómoda”, donde alertó a la sociedad política y civil del planeta del
proceso del calentamiento de la atmósfera por la contaminación en todas las
áreas, pero especialmente por las emisiones de CO2, causa fundamental del
incremento de la temperatura. Ha sido la mejor defensa audiovisual al Protocolo
de Kyoto y a un futuro convenio de carácter coercitivo para los Estados,
especialmente aquellos que más contaminan como EEUU y China con el
40% de las emisiones y que han sido reacios a compromisos políticos y
jurídicos. Afortunadamente en la reciente conferencia de la APEC del 10 al 11
de noviembre de 2014, en Beijing, tanto el Presidente Barack Obama como Xi
Jinping firmaron un acuerdo histórico en esta materia.
Como
miembro de la Cruz Verde Internacional, he participado en diferentes eventos,
en alguna oportunidad escuche a su líder y fundador Mijaíl Gorbachov, quien
señalaba que español es el idioma que mejor expresa la situación del hombre y
su entorno cuando habla del medio ambiente, porque desde la revolución
industrial hasta hoy hemos consumido y destrozado la mitad del planeta y de
seguir esta vía, tendremos un cuarto o un décimo del ambiente, propicio para la
vida. La temperatura del planeta ha aumentado, y si permitimos que se
incremente en 2 grados, estaríamos ante un apocalipsis global. El impacto sería
devastador sobre la biodiversidad con mayor extinción de especies animales y
vegetales, derretimiento de los glaciares, con la elevación del nivel de los
mares y el consecuente daño al agua dulce, aparición de nuevas enfermedades y
pandemias, cambios climáticos con lluvias torrenciales y ciclones, refugiados
climáticos. La Cruz Roja estima en 500 millones el número de personas que han
emigrado por razones ambientales. Pero también la economía mundial producirá un
crash si nada se hace para reducir las emisiones contaminantes y los gases de
efecto invernadero. El PIB mundial para el 2030 podría descender de un 5 a 20%
con la mayor crisis y recesión económica. Debe actuarse antes que sea demasiado
tarde, porque todo puede suceder demasiado rápido, como lo señala Nicholas
Stern, economista de la Banca Mundial: “No es posible luchar contra el cambio
climático esperando dos o tres decenios, es todavía tiempo de actuar para
limitar sus efectos sobre nuestras economías y sociedades”.
Seguimos
de cerca con los ecologistas de América Latina y del Mundo la reciente
Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre
el Cambio Climático llevaba a cabo en Lima del 1 al 12 de diciembre.
Desgraciadamente no se llegó a los resultados que esperábamos de un compromiso
formal de todos los Estados miembros para garantizar un mejor porvenir a las
generaciones futuras. No se acordó reducir las emisiones de gases
contaminantes. Tendremos que seguir las recomendaciones del Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) en el cual han
participado algunos venezolanos, como el ingeniero Juan Carlos Sánchez, en el
sentido a prepararnos a un clima más cálido con todas las consecuencias
negativas que esto significa. Esperamos que en la próxima conferencia, que será
en París, la mayor consciencia planetaria de los gobiernos facilite los
acuerdos.
Hacemos
nuestras las palabras de Al Gore cuando recibió el Premio Nobel en el 2007: “Nos
enfrentamos a una emergencia planetaria, la crisis climática no es política,
sino un reto moral y espiritual para toda la humanidad”.
Publicado originalmente en El Universal
@jcpinedap
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