Embajador (r) Julio César Pineda
El nuevo
gobierno de nuestro país que llegará tarde o temprano por vía constitucional y
por elecciones, con un nuevo planteamiento ideológico y político, con un
proyecto económico y social diferente, con el respaldo institucional de las
Fuerzas Armadas y de las mayorías nacionales; tendrá que desarrollar una
Política Exterior profesional en base a los objetivos nacionales pero acorde
con las demandas del Sistema Internacional y la Geopolítica del Mundo de hoy.
Presentar al Mundo y a nuestra región, una nueva diplomacia.
La diplomacia
es la técnica y el arte de las Relaciones Internacionales. El rol fundamental
lo desempeñan los diplomáticos quienes actúan por los gobiernos en función del
dilema, la guerra y la paz entre los Estados y de
la cooperación internacional. El Jefe de Estado o de
Gobierno, tiene un papel esencial en la relación entre los Estados. La
diplomacia desarrolla los vínculos entre los Estados con el
establecimiento de relaciones permanentes.
Hoy la
diplomacia como técnica de las relaciones internacionales y fundamentadas en el
derecho internacional, presenta múltiples facetas, manteniendo su importancia
la diplomacia bilateral tradicional (entre Estados) pero dándole mucha
importancia a la diplomacia multilateral (organizaciones internacionales) y
diferenciada cuando se trata de aspectos económicos, culturales y científicos.
Actualmente,
el documento fundamental vigente en la diplomacia para regular la actividad de
las embajadas y los diplomáticos es la Convención de Viena 1961. Las Embajadas, están comprendidas por el Jefe de
la Misión y el personal diplomático, técnico y administrativo nombrado por el
Estado acreditante con funciones diplomáticas en el Estado acreditado. En un
país el cuerpo diplomático es el grupo de agentes diplomáticos de las
diferentes Embajadas acreditadas. El Jefe de Misión es el Embajador, bajo cuya
autoridad están los Ministros Consejeros, los Consejeros y los Secretarios.
Un Jefe de
Misión puede estar acreditado en diferentes países. El número de funcionarios
diplomáticos se expresa por acuerdos entre los Estados. El Estado acreditante
antes de nombrar al Embajador solicita el visto bueno (Placet) del Estado acreditado. El Embajador presenta sus Cartas
Credenciales ante el Jefe de Estado o ante el Director General de un Organismo
Internacional.
La inmunidad
diplomática, los privilegios e inmunidades se le facilitan al diplomático para
ejercer sus funciones con total independencia. La
nueva diplomacia deberá regirse por los acuerdos y tratados internacionales
pero también por las exigencias de la Constitución y leyes de la República.
Deberá ser más eficiente y más calificada que la actual, donde abundan
militares y solo militantes del partido del gobierno. Una diferente ley de
Servicio Exterior permitirá nuevamente instaurar la carrera diplomática bajo
concurso y en función de credenciales académicas. Volveremos a la diplomacia de
la IV República pero mejorándola y adaptándola a las nuevas exigencias del siglo
XXI. En este sentido referimos nuestra experiencia de más de 30 años en la
actividad diplomática venezolana en diferentes países y en diferentes gobiernos.
En 1969,
cuando se iniciaba el primer gobierno del Presidente Caldera, se nos permitió
ingresar al servicio diplomático venezolano después de cumplir con todas las
exigencias del Ministerio de Relaciones Exteriores, a un grupo de jóvenes.
Entre ellos, Roy Chaderton, Milos Alcalay, Erick Becker Becker, Nelson Valera,
Juan José Monsant y mi persona, todos profesionales universitarios. Con el Canciller
Arístides Calvani iniciamos nuestra vida en el Servicio Exterior que nos
permitió cubrir una larga carrera diplomática continuada y respetada por todos
los gobiernos que lo sucedieron, hasta culminar en el último escalafón como
Embajadores en diferentes países; y posteriormente durante el gobierno del
presidente Chávez acogernos a la jubilación que nos correspondía, salvo nuestro
compañero Roy Chaderton que aún ejerce como funcionario de la Cancillería. Muy
importante para nosotros fue la oportunidad de desarrollar los principios y la
práctica de la diplomacia durante los dos gobiernos del presidente Caldera, los
gobiernos de los Presidentes Carlos Andrés Pérez, Ramón J. Velásquez, Jaime Lusinchi
y Luis Herrera. Tenemos que señalar también el respeto y la consideración profesional
que hacia nosotros existió por parte de las diferentes administraciones tanto
de Acción Democrática como de Copei. Eran tiempos de la diplomacia profesional
y de una Política Exterior de Estado. Volveremos a tener una racional Política
Exterior y trabajaremos mejor con las exigencias de la política internacional.
@jcpinedap
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