jueves, 5 de febrero de 2015

La trampa


Embajador (r) J. Gerson Revanales

El aumento del precio de la gasolina, ha sido siempre un tabú para los gobiernos. Hoy Maduro se enfrenta al dilema “cuasi shakespeareano” de aumentar el precio de la gasolina o morir en el intento.

Ante la caída de los precios del petróleo; del fracaso estruendoso que ha tenido el gobierno y en particular Maduro en su gira por los países petroleros tratando de lograr un consenso para la reducción de la producción y estabilización de los precios; y de no haber logrado dinero fresco para enfrentar los compromisos internos y externos; han decidido meterle la mano en el bolsillo a los venezolanos aplicando medidas neoliberales.

La Sala Situacional y las agencias de publicidad del gobierno, pretenden vendernos un aumento del precio de la gasolina, con el cual no estoy de acuerdo por las siguientes razones:

Ineficiencia: el primer argumento es el costo de producción. En los últimos 10 años, la nueva PDVSA ha cuadruplicado el costo de producción del barril de crudo. Para 2003, su costo era de 3,85 $/Bl, hoy se ubica por encima de los 12 $/Bl, lo que representa un incremento del 311%.

Complicidad: la fuga de combustible: el gobierno y en especial los órganos del Estado responsables de la guardia y custodia de la fronteras, han sido incapaces de impedir la fuga de combustible por las fronteras marítima y terrestres: Por Guyana, desde el Dorado y Barrancas hasta Georgetown; por Brasil desde Santa Helena hasta la línea en el punto VB-8; y por Colombia a través de los 2200 km de frontera, donde el negocio se estima por encima de los 137 millardos de bolívares al año.

Especulación: Un tercer factor para negar un aumento es el diferencial cambiario. El gobierno podrá duplicar o quintuplicar el actual precio del combustible y todavía será negocio para los traficantes. La única forma es llevar el precio de la gasolina al mismo nivel que en Colombia; lo cual es imposible para el bolsillo de los venezolanos.

Los subsidios: El gobierno pretende aumentarnos el precio de la gasolina, pero por el contrario mantiene el subsidio a PETROCARIBE, y a los pobres más ricos como son los de Boston a través del programa Citizens Energy de los Kennedy. Además, dentro de PETROCARIBE hay países que tienen un ingreso per capita superior al de Venezuela como Barbados.

Despilfarro y la impunidad frente a la frente a la corrupción: Luego después de 15 años el gobierno es responsable de su propia ineficiencia, razón por la cual no podemos subsidiar su incapacidad.

En definitiva, aceptar un aumento del precio de la gasolina, significa que seguiremos financiando el despilfarro y la dictadura de los Castros.

@grevanales

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